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jueves, 19 de abril de 2012

Las guarderías son una necesidad de los padres, no de los hijos


Estamos en plena época de matriculación en guarderías para el curso que viene (lo del cole todavía nos queda un poco lejos) y hemos ido a ver ya un par de ellas en nuestra localidad.

¿Que si vamos a llevar a Minerva a la guardería en septiembre? Pues no tenemos mucha intención, pero como tampoco sabemos lo que va a pasar de aquí a septiembre queríamos echar la solicitud por si acaso.


Hasta ahora, cuando he tenido que dedicarme a mi proyecto o bien lo he hecho por la noche cuando la buhíta dormía o si tenía que coser lo hacía en casa de mis padres mientras ellos la entretenían. Pero claro, aún así apenas me dejaba hacer, pues aunque se entretiene con los abuelos todavía me demanda mucho. Así que si por una casualidad tuviese mucho trabajo habíamos pensado dejarla tres horitas, de tres a seis, en lo que yo me marcho a casa de mis padres y luego la recogería su padre. Pero ya os digo que espero poder organizarnos, además ella será un poquito más grande, para seguir haciéndolo como hasta ahora.

Como os decía, hemos visto un par de guarderías, una privada y otra concertada. Esta última no me ha convencido nada, así que queda descartada. Y la privada está bastante bien, pero no vamos a echar la matrícula porque si luego no la llevamos la perdemos, sólo hemos dejado pedido el horario que queremos ya que en principio parece ser que no tenían grupo para esas horas. Por último echaremos una instancia para la guardería municipal, cuyo horario es de 9 a 13 horas.

En las visitas que hemos hecho a estas guarderías, nos han intentado convencer de la importancia de que empiece ya la guarde, ya que le vendría muy bien, para que el siguiente año cuando empiece el cole ya esté acostumbrada y vaya con ¿ciertos conocimientos? ¿Y quién dice que para el siguiente año va a empezar el cole? Aunque esté muy extendido escolarizar con tres añitos es una elección de cada familia que no debería darse por sentado.

No quiero llevar a mi hija a la guardería, aunque se me haya pasado por la cabeza en momentos en los que su demanda o sus rabietas me han superado. Las guarderías nacieron para poder dar servicio a los padres que trabajan y no tengan donde dejar a sus pequeños. Lo que ahora nos quieren vender como un lugar ideal para ellos, donde aprenden muchas cosas, entre ellas a relacionarse, y se lo pasan muy bien, es sólo una manera de hacer negocio.

Es alrededor de los tres años cuando los niños comienzan a relacionarse con otros iguales, y ellos solitos, no necesitan que nadie les enseñe como tampoco necesitan que se les enseñe a andar, comer o dormir, ellos lo harán solos, en el momento que les corresponde, cuando están preparados para ello. Antes de esa edad (aproximada) los niños juegan unos al lado de otros, puede que interrelacionen un poco, pero no juegan juntos. Está claro que cada niño es un mundo, unos pueden empezar antes y otros después, y considero que es bueno respetar esto, no forzarles.

Porque sí, hay niños que se lo pasan bien en la guarde, pero estoy segura de que preferirían pasárselo bien con sus padres. Además, yo cuando mi hija se lo pasa bien me gusta ver lo feliz que es, y no que luego me lo cuenten.

En estas visitas a las guarderías me comentaban que allí les enseñan por ejemplo nociones de tamaño (grande/pequeño), cantidad (pesado/ligero), a vestirse ellos solos, a dejar el pañal, etc. El pañal lo dejarán cuando estén listos y no antes, y el resto de “enseñanzas” son cosas que en nuestro día a día (por lo menos en nuestra casa) hacemos sin darnos cuenta, porque parece que estos centros nos tratan a los padres como si no supiésemos o no nos relacionásemos con nuestros hijos para que ellos de manera natural vayan adquiriendo ese tipo de conocimientos. De hecho, en la guardería privada nos contaba la directora el caso de un niño de unos dos o tres años, que habiendo ido a guardería (no la suya, claro, porque ahí si que les enseñan), no sabía qué significaba el concepto de pesado, y le decía a la madre de este niño lo desafortunados que eran por haber estado yendo a una guardería donde no le habían enseñado nada, ¿y los padres, no pintan nada ahí?, porque mi hija ya sabe si algo pesa mucho o poco sin necesidad de ir a una guardería y sin ni siquiera habérnoslo propuesto.

Otro motivo que hace poco escuché a una mamá (no trabajadora) que lleva a su hijo a la guarde era que en el parque siempre le pegaban porque su hijo es muy bueno, y claro, cuando empiece el cole se lo iban a comer. Entonces pensé, ¿lo lleva para que aprenda a pegar o para que se lo coman desde ya?

Hay también quienes vaticinan que si no van a la guardería como no aprenden a socializar, serán dependientes e incluso irán retrasados en aprendizajes y conocimientos. Los casos que yo conozco me lleva a estar segura de que cada niño tiene su ritmo vayan o no a la guardería, pues en ambos casos hay niños que empiezan antes unas cosas y tardan más en otras, y es completamente normal. Y ya que nos ponemos, aunque es un tema del que algún día tendré que hablar más detenidamente, cuando yo empecé primaria con seis años ya llevaba detrás tres más de parvulario, a diferencia de otros niños que no asistieron a su primera clase hasta los seis años, y os aseguro que a pesar de que vaticinaban mas o menos lo mismo que ocurre ahora con las guarderías, a día de hoy no existen diferencias entre los adultos en los que se han convertido y los que empezamos con tres añitos el cole, como tampoco las hubo entonces. 


Los niños no tienen ninguna necesidad de ir a la guardería, porque lo que necesitan es una figura de apego que les de amor y seguridad en esos primeros años, normalmente la madre. Son los padres lo que necesitamos esos lugares para poder acudir a nuestros puestos de trabajo. La solución no es crear más guarderías, sino tener unas bajas maternales en condiciones, favorecer el teletrabajo e incentivar las excedencias, entre otras medidas.

Me ha costado entender a los padres que no trabajan, que pueden cuidar y estar junto a sus hijos, y sin embargo los llevan unas horitas (hay quienes los llevan bastantes más horas, eso si que sigo sin comprenderlo), cada uno con sus motivos bien definidos. Conozco varios casos, sobra decir que son padres maravillosos, y viéndolos y escuchándolos he aprendido a entenderlos, aunque siga sin compartir su postura (y cuidado, que todos los padres hacemos lo que mejor consideramos para nuestros hijos, de eso no me cabe duda). Me he dado cuenta, también por propia experiencia, de que los padres nos agobiamos, dudamos, muchas veces no estamos preparados para esa demanda que nos supera, creemos no tener tiempo o realmente no lo tenemos muy a nuestro pesar, tenemos necesidad de tiempo para nosotros, y antes eso recurrimos a estos sitios sin muchas veces ser conscientes realmente del verdadero motivo o simplemente no lo queremos reconocer, o puede que de verdad estemos convencidos de sus bondades, pero entonces creo que o bien no nos hemos informado bien o nos hemos dejado arrastrar por lo que la sociedad dicta que se debe y está bien hacer.

Hay casos en los que padres que uno de los dos no trabaja y deciden no llevar a sus hijos a la guardería,  tienen por ejemplo al niño en casa enchufado todo el día a la tele para que no moleste, y la verdad, en este caso creo que estaría mejor atendido en una guardería.

Por eso, con todo esto no estoy diciendo que los padres que no trabajamos (los que trabajan en general no tienen más remedio) y que no llevamos a nuestros hijos a guardería seamos mejores padres, no quiero decir eso, primero porque no tiene nada que ver, segundo porque hay mucha desinformación en cuanto a las necesidades y el desarrollo de los niños y tercero porque cada familia funciona a su manera y tiene sus propias necesidades.


Para terminar os dejo este estupendo artículo sobre cuándo se debe empezar la socialización de los niños y este vídeo (muy cortito) de Carlos González en el que habla de las escuelas infantiles.