Mostrando entradas con la etiqueta Mielinización. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mielinización. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de marzo de 2014

Neurociencia perinatal y contacto piel con piel

La semana pasada tuve el honor de poder escuchar (gracias a El Parto es Nuestro, que ofreció la asistencia gratuita a todas sus socias) en persona a Nils Bergman, una eminencia en los cuidados madre canguro con prematuros. Aunque conocía a Nils Bergman desde el poco de nacer mi hija, ya escribí en los inicios de este espacio hace ya tres años sobre el documental “Restablecer el paradigma original”, que os animo a ver si no lo habéis hecho ya, ha sido en la formación donde he profundizado mucho más en los cuidados madre canguro.



“Lo peor que le puede pasar a un recién nacido
es ser separado de su madre”

El piel con piel ofrece al recién nacido calor, protección y alimento, todo lo que necesita para su supervivencia y su correcto desarrollo a nivel emocional, intelectual y físico. Es verdad que cuanto más pequeños nacen más dificultades tienen para sobrevivir y que la tecnología puede ayudarles, pero esa tecnología no debe pasar por quitarle al recién nacido prematuro lo que viene preparado para recibir, el contacto con su madre, las mismas condiciones que tenía unos segundos antes de nacer.

Ese contacto con la madre, el piel con piel sin horarios, si para un recién nacido a término es fundamental, para un recién nacido prematuro es supervivencia:

- Estabiliza el ritmo cardíaco.

- Estabiliza la respiración.

- Estabiliza la temperatura.

- Estabiliza los niveles de glucosa.

- Estimula al bebé todos sus sentidos, influyendo por tanto en su desarrollo:

- El olfato. El bebé huele a la mamá y no otros olores quizás desagradables. El olfato además está relacionado con la amígdala y por tanto con el cerebro emocional.

- El gusto. Saborea el único alimento que le aporta justamente lo que necesita, la leche de su madre.

- El oído. Oye la voz, la respiración y el ritmo cardíaco de su madre, sonidos que relajan al bebé.

- La vista. Contacto visual con su madre, incluso con prematuros muy pequeñitos.

- El tacto. Da al bebé sensación de seguridad y calor. Nils Bergman nos habló de la gran importancia de la mielinización.

- Es colonizado por las bacterias de su madre.

- Se siente seguro y por tanto no hay estrés (desaparecen los altos y dañinos niveles de cortisol que se dan cuando se separa al recién nacido de su madre).

- Minimiza el dolor y el estrés causado por las múltiples pruebas a las que son sometidos los bebés prematuros.


Como os decía, Nils Berman habló de la mielinización, fundamental para el desarrollo cerebral. Si queréis profundizar más en la mielinización y las conexiones neuronales, podéis leer este artículo que escribí hace unos meses. Bergman matizó que el problema no está en perder neuronas, sino en que no se produzcan las conexiones entre ellas de forma adecuada, pues si el bebé está separado de la madre estará estresado y por tanto sus sistemas no estarán adquiriendo estímulos y aprendizaje sino que estarán alerta y tratando únicamente de sobrevivir. Durante el primer año se establecen un millón de sinapsis al segundo, de ahí la necesidad de contacto (estimulación) para el desarrollo cerebral. Nos comportamos según el ambiente donde nos desarrollamos, por eso la madre es la clave del desarrollo neural.


Igualmente importante es saber que el sueño es un proceso evolutivo y conocer los ciclos normales del sueño de un recién nacido (ciclos de una hora de sueño), evitando así la creencia errónea de que hay que enseñar a dormir a los bebés. La principal función del sueño es la fijación de la memoria y las redes neuronales.

Otro tema relacionado es la epigenética. Nils Bergman afirmó que el estrés temprano continuo altera la expresión de los genes, con un impacto en la salud a lo largo de toda la vida. Cuando el bebé es separado de la madre permanece quieto para ahorrar energía, pues el hecho de estar en estado de alerta hace consumir mucha energía. Por eso el cuidado temprano correcto, el soporte maternal en la infancia temprana, predice volúmenes de hipocampo mayores en la edad escolar.

Por otro lado el piel con piel propicia el vínculo de la madre con el bebé, de ese modo se produce el apego. De hecho el piel con piel en las primeras 24 horas está relacionado con el comportamiento de la madre con su bebé, la sensibilización. Cuando hay separación esta también afecta a la madre, que puede mostrarse más intrusiva (no ayuda a regular a su bebé), y es capaz de ignorar el llanto de su bebé o mostrar ansiedad en los cuidados de este. Sin embargo, una madre sincronizada con su bebé, donde la oxitocina es bidireccional, activa sus sistemas de recompensa al coger a su pequeño.



¿Habéis pasado por esta experiencia? Estaré encantada de que nos contéis lo que queráis o necesitéis compartir.


No dudéis en contactar conmigo, podéis escribirme a info@soniandoduendes.com, si necesitáis información o que os asesore en CMC.

lunes, 11 de noviembre de 2013

La mielinización y el desarrollo de los niños

El desarrollo cerebral no sólo está determinado por los genes y nuestra biología, sino también por la interacción con el medio ambiente. De ahí la gran influencia de la estimulación recibida en la infancia, que es cuando el crecimiento neuronal es mayor. De hecho, dependiendo de la estimulación que reciba un niño en sus primeros años, se producirán conexiones entre unas neuronas y se eliminarán otras. Esto afecta al desarrollo futuro, tanto físico, como emocional e intelectual, la memoria, la atención y el aprendizaje.

Existe evidencia científica de que los niños que han sido privados de contacto físico y emocional, o con deficiente apego materno-infantil, en edades muy tempranas, muestran un retraso en el desarrollo motor, lingüístico e intelectual, a parte de alteraciones de la conducta. La solución a esto no es sobreestimular a los bebés y los niños, cosa que afecta de igual manera negativamente a su desarrollo, sino ofrecerles la justa estimulación mediante nuestra accesibilidad y contacto constante.


¿Cómo se relaciona el medio ambiente y nuestro desarrollo cerebral?

El sistema nervioso recibe los estímulos del exterior y el interior del organismo, a los cuales transforma en impulsos nerviosos, que viajan a través de las neuronas. Esos impulsos llegan al cerebro, donde son procesados e interpretados, y luego el cerebro envía una respuesta que llega a los diferentes órganos.

La mielinización es el proceso en el que se forma una vaina de mielina (sustancia lípida de color blanquecino) alrededor del axón o cilindro-eje de la neurona o célula nerviosa. La mielina se encuentra en el sistema nervioso en los seres vertebrados y facilita la transmisión de los impulsos nerviosos de unas neuronas a otras, entre las distintas partes del cuerpo, gracias a su efecto aislante, lo cual hace que la recepción y envío de estímulos se haga correctamente.

No es el número de neuronas lo que influye en nuestro aprendizaje sino las conexiones neuronales, fomentadas por la estimulación del medio ambiente que reciba el bebé/niño.

Si la vaina de mielina se deteriora o el proceso de mielinización no se lleva a cabo de forma eficaz, las neuronas funcionan mal. Esto afecta al sistema nervioso, ya que los impulsos eléctricos no se conducen con suficiente velocidad o se detienden en los axones. Una neurona con los axones recubiertos de mielina transmite unas cien veces más rápido los impulsos nerviosos que una neurona que no tiene los axones recubiertos con mielina, produciendo una mayor eficacia en el funcionamiento del organismo.

De la misma manera que hay un aumento neuronal, si no ha habido conexión entre neuronas, por el motivo que sea, se produce lo que se llama poda sináptica (de las neuronas), para eliminar las conexiones que no se han estimulado y por tanto no se consideran necesarias. Esto ocurre especialmente entre entre los 5 y los 16 años.

El proceso de mielinización es imprescindible para el aprendizaje ya que la mielinización se realiza en el entorno donde nos hayamos.


Proceso de mielinización

Cuando el bebé nace está mielinizado el cerebro reptiliano (áreas subcorticales, responsables de las conductas reflejas o involuntarias), y progresivamente se van a ir mielinizando las zonas corticales (responsables de las conductas voluntarias y de carácter más complejo). Las estructuras básicas para funcionar correctamente se producen durante los dos primeros años de vida, sobre todo el primer año (en el resto de los mamíferos se producen en el vientre de su madre).

El 80% del proceso de mielinización se produce hasta a los 6 años (una cuarta parte de este porcentaje se da en el vientre materno), un 10% de los 6 a los 30 años, y el 10% restante a partir de los 30 años. La correcta estimulación en edades tempranas permite la formación de conexiones y redes nerviosas, produciendo una mayor capacidad intelectual.


Nuestra función como padres en la crianza de nuestros hijos

Esta probado científicamente que la estimulación acelera el proceso de mielinización. La estimulación prenatal y neonatal, así como la recibida en los primeros tres años de vida, afecta y promueve el desarrollo de conexiones neuronales. El mayor periodo de plasticidad del cerebro se corresponde a los 6 primeros años de vida, y aun más de 0 a 3. 

El vínculo de los padres con sus pequeños, especialmente el vínculo madre-hijo/a, es fundamental para el correcto desarrollo de la corteza orbitofrontal. Durante los primeros meses de vida esta zona del cerebro es especialmente sensible a situaciones que causan estrés al bebé, como el llanto no consolado o la falta de contacto físico. Estas situaciones mantenidas en el tiempo, debido al  flujo constante de hormonas del estrés, pueden dañar el cerebro de forma permanente.

Por tanto, dar amor a nuestros hijos/as, ofrecerles contacto físico y por ende atender sus necesidades, en sus primeros años de vida, es de vital importancia para su correcto desarrollo a todos los niveles.


Si no disponemos de información veraz sobre el desarrollo normal de los bebes y niños, podemos dejarnos llevar por la creencia errónea de que desatender sus necesidades es bueno para ellos. Personalmente me sale de las entrañas atender el llanto de un niño, no ya porque le vaya afectar en un futuro (que también) sino porque en el momento presente mi deseo es cuidarlo, que no sufra y que sea feliz.


¿Consideras, como madre o padre, que hay información accesible sobre el desarrollo normal de un/a niño/a?



Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en el ese mismo mail.


Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín, para que puedas estar al tanto de mis artículos, además de mis talleres, sorteos, novedades y ofertas.