La semana pasada
tuve el honor de poder escuchar (gracias a El Parto es Nuestro, que ofreció la
asistencia gratuita a todas sus socias) en persona a Nils Bergman, una eminencia en los cuidados madre canguro con
prematuros. Aunque conocía a Nils Bergman desde el poco de nacer mi hija,
ya escribí en los inicios de este espacio hace ya tres años sobre el documental
“Restablecer el paradigma original”, que os animo a ver si no lo habéis hecho ya, ha sido en la formación donde he
profundizado mucho más en los cuidados madre canguro.
“Lo peor
que le puede pasar a un recién nacido
es ser
separado de su madre”
El piel con piel ofrece al recién nacido
calor, protección y alimento, todo lo que necesita para su supervivencia y su
correcto desarrollo a nivel emocional, intelectual y físico. Es verdad que cuanto más pequeños nacen
más dificultades tienen para sobrevivir y que la tecnología puede ayudarles,
pero esa tecnología no debe pasar por quitarle al recién nacido prematuro lo
que viene preparado para recibir, el contacto con su madre, las mismas
condiciones que tenía unos segundos antes de nacer.
Ese contacto con
la madre, el piel con piel sin horarios, si para un recién nacido a término es fundamental,
para un recién nacido prematuro es supervivencia:
- Estabiliza el ritmo cardíaco.
- Estabiliza la respiración.
- Estabiliza la temperatura.
- Estabiliza los niveles de glucosa.
- Estimula al bebé todos sus sentidos, influyendo por tanto en su desarrollo:
- El olfato. El bebé huele a la mamá y no otros olores quizás desagradables. El olfato además está relacionado con la amígdala y por tanto con el cerebro emocional.
-
El gusto. Saborea el único alimento que le aporta justamente lo que necesita,
la leche de su madre.
-
El oído. Oye la voz, la respiración y el ritmo cardíaco de su madre, sonidos
que relajan al bebé.
-
La vista. Contacto visual con su madre, incluso con prematuros muy pequeñitos.
-
El tacto. Da al bebé sensación de seguridad y calor. Nils Bergman nos habló de
la gran importancia de la mielinización.
- Es colonizado por las bacterias de su
madre.
- Se siente seguro y por tanto no hay
estrés (desaparecen los
altos y dañinos niveles de cortisol que se dan cuando se separa al recién
nacido de su madre).
- Minimiza el dolor y el estrés causado por las múltiples
pruebas a las que son sometidos los bebés prematuros.
Como os decía, Nils Berman habló de la mielinización, fundamental para el desarrollo cerebral. Si queréis profundizar más en la mielinización y las conexiones neuronales, podéis leer este artículo que escribí hace unos meses. Bergman matizó que el problema no está en perder neuronas, sino en que no se produzcan las conexiones entre ellas de forma adecuada, pues si el bebé está separado de la madre estará estresado y por tanto sus sistemas no estarán adquiriendo estímulos y aprendizaje sino que estarán alerta y tratando únicamente de sobrevivir. Durante el primer año se establecen un millón de sinapsis al segundo, de ahí la necesidad de contacto (estimulación) para el desarrollo cerebral. Nos comportamos según el ambiente donde nos desarrollamos, por eso la madre es la clave del desarrollo neural.
Igualmente
importante es saber que el sueño es un proceso evolutivo y conocer los ciclos
normales del sueño de un recién nacido (ciclos de una hora de sueño), evitando
así la creencia errónea de que hay que enseñar a dormir a los bebés. La principal función del sueño es la
fijación de la memoria y las redes neuronales.
Otro tema
relacionado es la epigenética. Nils Bergman afirmó que el estrés temprano continuo altera la expresión de los genes, con un
impacto en la salud a lo largo de toda la vida. Cuando el bebé es separado
de la madre permanece quieto para ahorrar energía, pues el hecho de estar en
estado de alerta hace consumir mucha energía. Por eso el cuidado temprano
correcto, el soporte maternal en la infancia temprana, predice volúmenes de
hipocampo mayores en la edad escolar.
Por otro lado el piel con piel propicia el vínculo de la
madre con el bebé, de ese modo se produce el apego. De hecho el piel con
piel en las primeras 24 horas está relacionado con el comportamiento de la
madre con su bebé, la sensibilización. Cuando hay separación esta también
afecta a la madre, que puede mostrarse más intrusiva (no ayuda a regular a su
bebé), y es capaz de ignorar el llanto de su bebé o mostrar ansiedad en los
cuidados de este. Sin embargo, una madre sincronizada con su bebé, donde la
oxitocina es bidireccional, activa sus sistemas de recompensa al coger a su
pequeño.
¿Habéis pasado por esta experiencia? Estaré encantada de que nos contéis lo que queráis o necesitéis compartir.
No dudéis en contactar conmigo, podéis escribirme a info@soniandoduendes.com, si necesitáis información o que os asesore en CMC.
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