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lunes, 4 de noviembre de 2013

De teatro en teatro

Quería haber escrito esta entrada hace unas semanas, ya que fue cuando asistimos dos fines de semana seguidos al teatro con Minerva. Sin proponérnoslo, una manera de compensar el tiempo que hacía que no íbamos al teatro.

La primera vez que fuimos Minerva tendría 22 meses aproximadamente y nos gustó mucho la experiencia. Según ha ido creciendo hemos ido notando que lo va disfrutando aún más, e incluso nos pide ir.

Como anécdota recuerdo cuando el año pasado asistimos al cumple de una amiguita y su mamá organizó un pequeño teatrillo con marionetas. La mayoría de los niños no se quedaban quietos sentados, se iban, o directamente se asomaban a tocar el “escenario”. Sin embargo este año, los mismos niños, esperaban sentados e impacientes a que comenzase la función.


La primera obra que hemos visto recientemente ha sido El guardián de los cuentos, de la Compañía Tartana, recomendada a partir de 3 años. Personalmente me gustó mucho la puesta en escena, fue muy enriquecedor, divertido y a ella también le gustó mucho. Se trataba de un bibliotecario que tenía que ayudar a un hada a recordar de qué cuento procedía, y a partir de ahí un montón de personajes trataban de salirse de sus cuentos. Además al final les dieron a los peques una hojita con pasatiempos y pudieron tocar a algunas de las marionetas de la obra. Mi hija encantadísima de tocar a la rata Pérez y que esta intentase comerse su camiseta.


La segunda obra reconozco que la elegimos también para disfrutarla el papá y yo. Se trataba de la obra Mis primeras Cuatro Estaciones, con Ara Malikian, una obra diseñada con la intención de acercar la música clásica a los niños, en este caso de Vivaldi; con una narración de fondo dando forma a la música, y con mucho humor. Me encanta Ara Malikian, como músico es extraordinario y como actor es un payaso total; le vimos hace años en Paganini junto a Yllana, y ya entonces me cautivó.


Me gustó mucho la obra y la manera de juntar música, humor y narración, pero a mi hija no le hizo mucha gracia, ella esperaba ver de nuevo a la rata Pérez, qué le vamos a hacer. Aún así siempre extraemos alguna enseñanza, como aprender los trucos que utilizaban para hacer lluvia o truenos con nuestro propio cuerpo, una música nueva que ahora escuchamos en casa junto con la narración, o el aprendizaje que supone todas las respuestas a las preguntas que nos hizo nuestra hija y nos ha seguido haciendo a raíz de la obra.


¿Disfrutan vuestros hijos cuando les lleváis al teatro?

jueves, 29 de noviembre de 2012

Segunda experiencia teatrera



El domingo estuvimos por segunda vez en el teatro con la peque. Y volvimos a repetir gracias a Yo Misma, que nos recomendaba en su blog recientemente esta obra de teatro para los más pequeños.

¿A qué sabe la luna? es el título de esta obra, basado en el cuento que lleva el mismo nombre, de la editorial Kalandraka, y que se expone en el Teatro El Montacargas.



El cuento lo habíamos ojeado en varias ocasiones y decidimos hacernos con él antes de ir a ver la obra para que Minerva estuviese familiarizada con la historia, por cierto muy buena elección porque le encanta. De hecho como ya se lo sabía respondía a las preguntas que les hacían a los niños sobre qué animal iba a aparecer. He notado un gran cambio en ese aspecto en estos casi cinco meses desde que fuimos a ver nuestra primera obra de teatro los tres juntos.

La obra tiene lugar en una pequeña sala y se hace mediante sombras chinescas, e invitan siempre a los niños a participar en la historia, bien llamando a los animales, saliendo al escenario a dar bocaditos a la luna con un pez o bailando. La historia en si nos muestra cómo la cooperación entre los animales les hace conseguir su objetivo común, saber a qué sabe la luna.



Minerva estuvo muy atenta casi toda la obra, excepto la última parte, cuando salían los niños al escenario, que se nos hizo un poco larga. Ella no quiso salir al escenario hasta casi el final, cuando tenían música para que bailasen los peques, y aún así estaba muy parada. Si hubiese tenido un poco más de tiempo estoy segura de que se hubiese soltado, porque como todos, cuando se suelta luego no hay quien la pare.

Yo recomendaría esta obra para niños a partir de dos añitos. Y si encima conocéis el cuento todavía mejor, porque les hará más ilusión al conocer a los animalitos. 

jueves, 26 de julio de 2012

Nuestra primera experiencia teatrera


La semana pasada leyendo a Yo Misma me enteré de que en La escalera de Jacob se están representando varias obras destinadas al público infantil. Llevaba tiempo queriendo ir con mi buhíta a este tipo de actividades así que se lo comenté al papá y, viendo la buena descripción que hacía de la obra, no nos lo pensamos mucho. Aunque sabiendo lo terremoto que es nuestra peque teníamos nuestras dudas de si aguantaría la media hora que duraba el espectáculo.

Esta obra en cuestión tenía lugar en la sala que hay en Lavapiés, si no hubiese hecho tanto calor hubiésemos aprovechado para dar un paseo después con la peque por el rastro de Madrid. Otra vez será.

La obra se llama I love you, y se trata de la primera parte de una trilogía especialmente indicada para bebés y niños de 0 a 4 años. El espectáculo se desarrolla a través de la danza, la música, el color, los olores…

Nos gustó mucho. La sala era tan pequeña que parecía que estábamos en familia. Linda, el personaje que lleva la historia, nos cuenta, desde un día cualquiera, la importancia del cariño, las plantas y los animales. Además el “regalo” visual que nos hacen a los papás me emocionó mucho.

Antes de empezar la obra Minerva estuvo jugando en el escenario. Allí estaba luego un ayudante de escena buscando los “cacharros” que necesitaban para la obra, menos mal que estábamos en primera fila y le avisamos de que los había cogido la niña. Durante la obra estuvo bastante atenta, aunque pidió teta en dos ocasiones. Pero en cuanto salió Rufus estaba deseando salir al escenario para jugar con él. Y así fue, cuando Linda invitó a los niños a salir con ella a bailar, allá que se lanzó, pero no a bailar, sino a jugar con Rufus, ja, ja, ja.

Pasamos un rato muy agradable. En cuanto podamos repetiremos de nuevo nuestra experiencia teatrera. Os lo recomiendo.