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sábado, 31 de diciembre de 2011

Una nueva maternidad


No podía dejar pasar lo que queda de año sin hablar de esta joya. Un libro sobre crianza escrito por mujeres y madres, quienes un día se rebelaron contra los convencionalismos sociales imperantes en el patriarcado que todavía aún hoy llevamos arrastras. Testimonios y reflexiones de quince maravillosas mujeres con las que me he emocionado, he reído, he sentido escalofríos, he llorado como una magdalena, he tenido que dejar de leer para reflexionar yo misma, he sentido un “darme cuenta” o “eso es”, unos textos llenos de un conocimiento superior, repletos de realismo y siempre desde el amor.

Quiero agradecer a cada una de estas mujeres 2.0 lo que han compartido y nos han transmitido, porque era necesario un libro así. Además, para quien desee ampliar conocimientos sobre algunos estudios y teorías sobre la necesidad de partos respetados y crianzas respetuosas nos ofrecen una bibliografía imprescindible.

Me gusta siempre hacer referencia a algún trocito de texto que me haya llamado especialmente la atención, pero esta vez me es imposible, tendría que copiaros el libro casi al completo.


Gracias a Azucena Alfonsín, María Berrozpe, Mónica de Felipe, Irene García, María José García, Carolina Garcinuño, Nohemí Hervada, Erika Irusta, María del Mar Jiménez, Mireia Long, Illena Medina, Cristina Romero, Louma Sader, Raquel Tasa y Vivian Watson.

Y gracias a todos los que pasáis por aquí alguna vez, a todas las mamás blogueras que me leen y a las que leo, por todo lo que me aportáis, por esta hermosa tribu en la que formamos parte.


¡OS DESEO UN FELIZ AÑO 2012!

jueves, 27 de octubre de 2011

Ni rabietas ni conflictos


Este último libro de Rosa Jové lo tenía en casa desde hace unos meses haciendo cola en la estantería, pues tengo tantos libros por leer, tantas cosas que quiero hacer y tan poco tiempo...

El caso es que no tenía mucha prisa por leerlo ya que como a Minerva todavía le quedan once meses para cumplir los dos años, esos que son tan conocidos por las temidas rabietas, pues pensaba que todavía tenía tiempo. Menos mal que, un poco inducida por los berrinches que en ocasiones acompañan a mi pitufa, decidí no posponerlo más, y comencé a leerlo en cuando acabé La maternidad y el encuentro con la propia sombra. Además, aprovechando que me lo llevé en un viaje que hicimos en coche de dos horas y media, y que Minerva fue durmiendo casi todo el camino, tanto a la ida como a la vuelta (ojalá siempre fuese así, porque la pobre lleva fatal los viajes en coche, y más si exceden de la media hora), pude leerlo enterito.

Y comentaba que menos mal que me lo he leído ahora porque, y mira que lo pone en la tapa del libro, trata los problemas de comportamiento de 0 a 12 años.


Algo que me ha gustado mucho del libro es que nos que dice hay que saber qué es ser un/a niñ@, porque de esa forma nos evitaremos muchos disgustos. Solamente con esta actitud del adulto cambia gran parte de la crianza y la convivencia con sus hij@s. Es normal que un/a niñ@ prefiera jugar, que interrumpa, que no pare quiet@, que grite o que no tenga noción del tiempo, entre otras cosas; es normal para su desarrollo y aprendizaje. Además hace una breve descripción de estas actitudes sanas y normales según sus edades, dedicando un capítulo a cada grupo de edad, de 0 a 18 meses, de 18 meses a 4 años, de 5 a 7 años y de 8 a 12 años.


Antes de que lleguemos a la rabieta sería conveniente seguir dos premisas, evitar y distraer. Si no ha sido posible, Rosa Jové recomienda tres puntos a seguir cuando l@s niñ@s ya hablan o entienden (sobre los 2 años aproximadamente):

- Comprender. Ponernos en su lugar y hacerles saber que comprendemos su postura.

- Educar. Una muy breve explicación de por qué deberían o no hacer lo que les pedimos.

- Elegir. Dar opciones para que ell@s elijan, o incluso que sean ell@s quienes propongan una nueva opción. De esa manera les enseñamos a tomar decisiones y a llegar juntos a un consenso.

Cuando l@s niñ@s todavía no hablan o no son capaces de razonar (proceso que comienza a partir de los dos años), sólo podemos permanecer a su lado. Nunca se debe dejar a un/a niñ@ sol@ en plena rabieta, precisamente cuando más nos necesita. Al mismo tiempo que le decimos que lo que ocurre es porque no nos entendemos pero que vamos a permanecer a su lado. Porque aunque no nos entienda del todo, el mensaje de que vamos a estar a su lado si le va a llegar.

La rabieta es una idea propia de un niño enfrentada a la idea que tiene el padre sobre cómo hay que hacer aquello. Y el niño, como no entiende lo que pasa, se ofusca y estalla emocionalmente.


Otra cosa que me parece muy importante y que se menciona en el libro es la seguridad en casa. En cuanto Minerva comenzó a desplazarse, primero gateando, luego alzándose y por último andando, quitamos todo lo que estuviese a su alcance y que pudiera resultar peligroso para ella, pusimos seguros en los enchufes, topes en las puertas, seguros en los armarios en los que no era conveniente que abriera, etc, y así tiene total libertad de movimientos sin necesidad de ir regañándola por tocar simplemente cualquier objeto que esté a su alcance y que por curiosidad seguramente cogería y sin querer podría romper o hacerse daño.


Rosa Jové nos transmite su total desacuerdo con los castigos, y con la violencia tanto física (cualquier tipo de golpe o cachete) como verbal (insultos, humillaciones, gritos, etc).

Todos nos equivocamos y l@s niñ@s, niñ@s son, mientras veamos el error como un fallo intencionado de nuestros hijos o lo vivamos como un fallo de nuestra pedagogía, será muy difícil educar desde el respeto.

La violencia es una falta total de respeto hacia quien va dirigida, además está demostrado que provoca alteraciones y secuelas imborrables. Hay violencias hacia l@s niñ@s por parte de sus padres muy sutiles y que además están muy aceptadas en nuestra sociedad, pero hay que ser conscientes de una vez que se trata de una falta total de respeto hacia nuestr@s hij@s. Ell@s nos necesitan, están aprendiendo, se están formado sus redes neuronales, no pueden defenderse (nosotr@s los padres somos sus protectores), y sin embargo, parece que sólo nos atrevemos a utilizar esa violencia contra ell@s, pues contra un adulto jamás se nos ocurriría, ¿por qué entonces contra los más débiles?


Tampoco está de acuerdo Rosa Jové en poner límites, sino que sólo se trata de educar a nuestr@s hij@s mediante unas normas (si son consensuadas serán mejor aceptadas por todos los miembros de la famila), unos valores y unos modelos. A mí personalmente no me ha gustado nunca la palabra límite usada para educar a l@s niñ@s, yo no quiero de ninguna manera que mi hija esté limitada.


Los conflictos son inherentes a la vida, por tanto no se trata de evitarlos, sino de saber manejarnos. Algunos consejos que se nos da en el libro para evitar conflictos con nuestr@s hij@s (cuando ya tienen más de cinco años) son, entre otros, educar mediante el ejemplo, que las normas sean consensuadas, se puedan debatir y cambiar, que se respete a todos los miembros de la familia (sin castigos ni violencia de ningún tipo) y que se tenga en cuenta que el juego es primordial para l@s niñ@s.


Otro libro que dejaré a mano por si necesito consultar algunas de las muchas anotaciones que siempre hago.

domingo, 28 de agosto de 2011

La maternidad y el encuentro con la propia sombra



Hace relativamente poco terminé de leer este libro de Laura Gutman. Es el primero que leo de esta genial mujer. Tenía muchas ganas de leer algo de ella, y tras acabarlo me ha quedado muy claro que no va a ser el último.
Es un libro que debería ser leído durante el embarazo, aunque nunca es tarde para leerlo. Ayuda a la mujer a comprender y darse cuenta del mundo en el que va a adentrarse con la maternidad, sobre todo en el postparto reciente y durante los dos primeros años, más o menos, de vida de su hij@. Ayuda a que veamos todo esa marabunta de sentimientos y sensaciones nuevas, esos estados alterados de nuestra consciencia, que nos sobrevienen tras el parto, como algo no solamente normal sino beneficioso para conocernos a nosotras mismas y sacar a la luz todas nuestras sombras, y lo que es más importante, para permitirnos la fusión con nuestro bebé.
La sombra es las partes desconocidas de nuestra psique, pero también las partes desconocidas de nuestro mundo espiritual.
Quiero transcribiros un párrafo del libro, que para mí lo resume a la perfección: El interés y la paciencia que requiere mirar a ese niño en particular responde a una madurez del adulto que no proyecta en el hijo sus propios deseos sino que lo libera de su sombra, permitiendo que ese niño desarrolle su misión en la Tierra como ser único y diferenciado.
Una cosa que me ha encantado del libro son los dibujos con los que comienza cada capítulo, una imagen inicial para resumirlos a la perfección.
En este libro Laura Gutman nos habla de los partos no respetados y sus consecuencias, de la lactancia como una forma de amar, de la necesidad de ser sinceros con nuestr@s hij@s (haciéndoles saber lo que nos sucede para que no carguen con nuestras culpas), de las expectativas irreales que tenemos los padres en cuanto al sueño, el control de esfínteres, el chupete, o mismamente las ideas preconcebidas que tenemos de lo que es convivir con un bebé recién nacido.
Laura Gutman hace mención especial a la necesidad de apoyo durante los primeros días tras el parto. Esa necesidad de apoyo puede ser a través de grupos de apoyo, de una doula, de las redes sociales, pero sobre todo del padre. El papel del padre como sostenedor de la madre es fundamental. Debe ser un apoyo sólido en todos los aspectos para ella, para que asímismo ésta pueda ocuparse de su bebé. La relación de la pareja debe estar basada en el respeto, el sostén y el amor, pues el bebé no debe ser utilizado como arma entre los padres, o para satisfacer las necesidades de uno o ambos de los progenitores.
Algo que me hizo pensar fue el capítulo dedicado a las enfermedades de l@s niñ@s como manifestación de la sombra de la madre. Nuestro estado emocional afecta a nuestr@s hij@s, de eso no hay duda. Si no reconocemos lo que nos sucede podrá manifestarse en ell@s a través de enfermedades, es@s niñ@s que no dejan de estar malitos. Me acordé entonces de l@s niñ@s que tras empezar la guardería comienzan un sinfín de afecciones, y se me ocurrió pensar que quizás en ocasiones no es la exposición al virus sino el desconsuelo ante la separación de su madre lo que les hace ser más vulnerables.
El ser madre para mi supuso adentrarme en otro mundo. Creo que si nos lo permitimos podemos adentrarnos en él junto con nuestro bebé, fusionándonos con él, porque tanto ese pequeño nuevo ser como nosotras lo necesitamos. Para mí, el tener a mi compañero de ruta apoyándome y sosteniéndome fue lo que me permitió ser capaz de no desmoronarme tras el parto reciente. Y también creo, o mejor dicho sé, que ese nuevo mundo nos abre las puertas a un conocimiento más profundo sobre nosotras mismas, en nuestra mano está el permitir que esa puerta quede abierta. Ese conocimiento nos ayuda a ser más conscientes de las necesidades de nuestr@s hij@s y de nuestras carencias infantiles (de las que si no somos conscientes pueden llegarnos de adultos a través de múltiples adicciones desplazadas), por eso es tan importante conocernos a fondo, para no proyectar nuestras necesidades insatisfechas en nuestr@s hij@s, pues como dice, Laura Gutman: El abandono emocional es violencia: es la violencia del desamparo. La incapacidad de reconocer las necesidades básicas emocionales de los niños es violencia. Negar brazos y contención es violencia. No entrar en conexión emocional con los niños es violencia. No mirarles es violencia. Exigir que se adapten desmesuradamente al mundo de los adultos es violencia.
Os recomiendo su lectura.


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lunes, 9 de mayo de 2011

La crianza feliz

Tras leer “Dormir sin lágrimas”, me decidí a leer este otro libro de Rosa Jové. Me ha gustado más de lo que esperaba, y estoy deseando asistir a la conferencia que dará el próximo día 28 de mayo, organizada por la asociación Besos y Brazos. El título de la ponencia es el mismo que el de su libro, “La Crianza Feliz”.

Trata todos los temas sobre crianza de niñ@s de cero a seis años, de hecho ya el título nos dice “cómo cuidar y entender a tu hijo de 0 a 6 años”. Para mi eso es lo más importante, entender todas las etapas por las que pasan nuestr@s hij@s y verlas como normales y no como una patología. Se trata por tanto de acompañarles, entenderles, comprenderles y sobre todo, Rosa Jové hace incapié, respetarles. Porque cada niño es diferente, tiene sus propias necesidades y ritmos, y necesita transitar una serie de etapas, más o menos difíciles, para su maduración.

Nos habla de todo un poco, de la alimentación complementaria, del chupete, del pañal, el sueño, el sexo en l@s niñ@s, las rabietas, los celos, etc. Y para ello tiene en cuenta a los padres, profesores, sanitarios y sociedad en general, porque de nosotros depende que tengan una crianza feliz.

Según palabras de Rosa Jové:

“La crianza feliz es una forma de crianza que tiene en cuenta en todo momento las necesidades del niño –no sólo físicas, sino también emocionales-, entendiendo que estas necesidades deben ser atendidas, de forma que respete al bebé como persona que es. Cuando la familia está en sincronía y convive armoniosamente, sin odios ni temores, hay felicidad. Y cuando eso lo aplicas a la crianza, tendrás una crianza feliz.”

Me gustó además la distinción que hace según edades:

- De 0 a 6 meses, período del hábitat preservado. Proveerle al bebé de todas sus necesidades como cuando estaba en el útero materno, calor, alimento y contacto. De esta manera le haremos sentir valorado.

- De 7 a 24 meses, período del tiempo respetado. Tenemos que respetarles sus ritmos, en la alimentación complementaria, la deambulación, la superación de la angustia de separación y el control de esfínteres. Conseguiremos de esta manera que se sienta considerado y que tenga una sana autoestima.

- De 2 a 4 años, período de la comprensión. Es la etapa de las rabietas, hay que tener paciencia y entenderlos aunque no aceptemos lo que hacen.

- De 4 a 6 años, período de la distancia emocional asimilable. Muchos niños tienen miedo al enfrentarse por primera vez a una cosa.

Conociendo esto es más fácil entenderlos y ayudarlos en la medida de lo posible.


No se me ha olvidado. Tengo pendiente una entrada sobre la conferencia que dio este sábado Carlos González sobre “Alimentación Complementaria a Demanda”.

viernes, 21 de enero de 2011

Sorteo "En defensa de las vacunas"

Llevo desde el lunes pendiente de publicar esta pequeña entrada, sólo para daros a conocer el sorteo que se realiza en el blog Una maternidad diferente.

Eloísa ha tenido la iniciativa y genial idea de sortear cinco ejemplares del nuevo libro de Carlos González “En defensa de las vacunas”. Quien quiera participar Aquí encontrará lo que tiene que hacer, es muy simple.

Como podéis imaginar por el título, esta vez nos ofrecerá argumentos sólidos para no dejar de vacunar a nuestros hijos. Os dejo un enlace donde podréis encontrar un breve resumen, que hace la editorial que ha publicado el libro, además de poder echar un vistazo a las primeras 21 páginas. A mí me ha dejado con las ganas: http://www.planetadelibros.com/en-defensa-de-las-vacunas-libro-48497.html

Para que vayáis abriendo boca, sus primeras líneas:

“Desde hace unos años, cada vez me encuentro con más padres que no vacunan a sus hijos porque creen que las vacunas son inútiles, o innecesarias, o peligrosas, o las tres cosas a la vez. Algunos incluso se sorprenden de que yo esté a favor de las vacunas. Como si hubiera una especie de paquete ideológico raro-progre-natural y si defiendes la lactancia materna o coger en brazos a los niños, también debes estar, 'lógicamente', en contra de las vacunas y creer en la medicina 'alternativa' y en la era de Acuario.

Pues no; son cosas que no tienen nada que ver. Para empezar la lactancia materna a demanda no es una 'cosa rara y alternativa', sino lo que recomiendan los expertos, las sociedades científicas, la OMS…, los mismos que recomiendan las vacunas, precisamente.”

Suerte a tod@s.

martes, 7 de diciembre de 2010

Shantala

Los viernes por la mañana cargo a Minerva en el fular y nos vamos las dos calentitas (falta hace ahora con este frío) al curso de postparto en nuestro centro de salud. Allí nos juntamos con más mamas y más bebés. Y guiadas por nuestra matrona nos dedicamos a dar masajitos, a parte de dar la teta, por supuesto, y poder compartir experiencias con otras mamás. Las dos últimas semanas hemos logrado por fin hacer el masaje completo, y es que ell@s llevan su ritmo.

Para hacer los masajes seguimos los pasos que Frédérick Leboyer señala en Shantala. Este ginecólogo y obstetra francés, en un viaje por la India, observó cómo una mujer parapléjica, en plena calle, masajeaba a su bebé. Después de haber visto tanta calamidad quedó maravillado con la belleza de esos movimientos y el vínculo de armonía creado entre madre e hijo. Así que pidió fotografiarla y plasmó el arte de ese masaje milenario hindú en el libro que llamó Shantala, en honor al nombre de esta mujer.

Sólo es necesario un sitio calentito para poder tener a nuestro bebé desnudito sobre nosotras, aceite de almendras dulces, no tener prisa y mucho cariño.

Gracias a que he podido tener el libro una semana en mi poder os dejo el resumen de la contraportada. No tiene pérdida:

Las semanas que siguen al nacimiento

son como la travesía de un desierto.

Desierto poblado de monstruos:

las sensaciones nuevas que

desde adentro

se lanzan al salto del cuerpo del niño.

Después del calor del seno materno,

después del loco abrazo que es el nacimiento,

la soledad helada de la cuna.

Y luego surge una fiera,

el hambre,

que muerde al bebé en las entrañas.

Lo que enloquece al desdichado niño

no es la crueldad de la herida.

Es su novedad. Y esa muerte del mundo circundante

que le da al ogro

proporciones inmensas.

¿Cómo calmar una tal angustia?

¿Alimentar al niño?

Si

pero no solamente con leche.

Hay que tomarlo en brazos.

Hay que acariciarlo, acunarlo.

Y masajearlo.

Hay que hablar a la piel del pequeño

hay que hablarle a su espalda

que tiene sed y hambre

igual que su vientre.

En los países que han conservado

el sentido profundo de las cosas

las mujeres saben todavía todo esto.

Aprendieron de sus madres,

enseñaron a sus hijas

este arte profundo, simple

y muy antiguo que ayuda al niño a aceptar el mundo

y lo hace sonreír a la vida.

F.L.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cómo hablar para que sus hijos le escuchen

Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen, de Adele Faber y Elaine Mazlish.

Me lo leí estando aún embarazada, por las mañanas, semitumbada en el sofá y con el libro apoyado en mi barriga. Minerva terminaba siempre haciendo que el libro se moviese. No se si porque le interesaba el tema, porque le molestaba que se apoyasen sobre ella o simplemente porque quería jugar. La verdad es que me encantaba.

Me gustó bastante, repleto de ejemplos y casos reales. Claro que una cosa es tener más o menos unas ideas sobre cómo actuar con tus hijos para tener una buena comunicación y otra es la práctica, la realidad, donde ellos son imprevisibles y donde las emociones pueden estar en ocasiones a flor de piel.

Cómo es mejor escuchar que aconsejar. Ya hablé yo de los consejos, y no puedo estar más de acuerdo. Aunque eso de no aconsejar a mas de un@ le va a suponer un esfuerzo sobrehumano. Simplemente escuchando, haciéndoles sentir comprendidos, haremos que lleguen ellos solos a una solución, y se conviertan en personas autónomas y seguras de ellas mismas.

Lógicamente esto sería aplicable a niños con los que ya podamos razonar, no vamos a pretender que un bebé colabore con nosotros en casa, ni tampoco vamos a necesitar buscar alternativas a los castigos con un bebé.

Nos dicen también, entre otras cosas, cómo huir de los encasillamientos. Este tema me parece muy interesante. Siempre he pensado que si a un niño pequeño, y no tan pequeño, se le llama tonto constantemente, crecerá pensando que lo es. Capítulo muy recomendable.

Estas dos psicólogas tienen otro libro por el estilo para adolescentes, “Cómo hablar para que los adolescentes le escuchen”, que seguramente termine comprándome dentro de unos años cuando Minerva llegue a esa edad tan dura (tanto para ell@s como para nosotros).

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dormir sin lágrimas

Suelo leerlo mientras le doy el pecho, siempre cuando está tranquila y medio dormida, porque a veces, como no le esté prestando toda mi atención se enfada. Así que lo leo a ratitos.

El título completo es: Dormir sin lágrimas. Dejarle llorar no es la solución. Todo lo que hay que saber para resolver los problemas del sueño infantil.

Su autora, Rosa Jové, nos viene a decir que el sueño es un proceso evolutivo, con lo cual no podemos pretender que un bebé o un niño duerma igual que un adulto, de hecho hasta los 5 ó 6 años no tendrán un patrón de sueño como podemos tenerlo nosotros. Además no hace falta que le enseñemos a dormir, como pretenden algunos (Dr. Estivill) porque ellos ya saben hacerlo, ya dormían en nuestra barriga.

¿Que se despiertan por la noche? Nosotros también lo hacemos, y unas cuantas veces, pero estamos acostumbrados y nos volvemos a dormir sin darnos cuenta, a no ser que algo nos desvele; pero a parte de que ellos todavía están aprendiendo, necesitan despertarse entre otras cosas para asegurarse el alimento.

Esto en lo que dicen de ella en la contraportada del libro:

Rosa Mª Jové Montanyola (Lleida, 1961), licenciada en Historia y Geografía y en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona, está especializada en psicología infantil y juvenil y en psicopediatría (bebés de 0 a 3 años). Presidenta de la delegación de Lleida del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya y responsable del programa de salud materno-infantil de UNICEF en Lleida, desde 1994 es reponsable del gabinete de psicología del Centro Médico CMS en Lleida, así como en Barcelona.

martes, 30 de noviembre de 2010

Mi niño no me come

Le tengo pendiente de leer, eso sí, antes de marzo ya tiene que estar leído, que es cuando Minerva hará ya seis meses. Pero bueno, vamos despacio, que hay que disfrutar de cada momento con ella.

Carlos Gonzalez trata esta vez, como su nombre indica, la alimentación. Y como ya os he dicho que aún no lo he leído, os dejo ahora con mayor motivo el resumen del fnac:

La madre se dispone a dar de comer a su hijo mientras lo distrae con un juguete. Logra que se tome unas cucharadas y, de pronto, el niño pone en marcha su plan estratégico contra el exceso de comida: la primera línea de defensa consiste en cerrar la boca y girar la cabeza. Esta situación, más propia de un campo de batalla que de una actividad cotidiana, ilustra con humor la tesis central de este libro: la inapetencia es un problema de equilibrio entre lo que un niño come y lo que su madre espera que coma. Jamás hay que obligarle. Ni sobornos, ni estimulantes del apetito ni castigos. El niño sabe muy bien lo que necesita. Huyendo de los tópicos sobre el tema, el pediatra Carlos González, fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia, desdramatiza el problema y, proporcionándonos claras pautas de conducta, tranquiliza a aquellas madres que sufren porque creen que su hijo no come correctamente.

Un regalo para toda la vida

Escrito de nuevo por Carlos González, trata sobre la lactancia materna. Si vas a dar el pecho a tu bebé te lo recomiendo, como ya dije anteriormente te ayudará a desechar mitos y resolver dudas.

Ahora mismo recuerdo que aquí leí que a partir del mes y medio hasta los seis meses puede ocurrir que los bebés que toman el pecho ya no hagan caca en casi cada toma sino que pueden pasar días sin hacer una sola caca. Menos mal que lo leí a tiempo, porque de lo contrario me hubiese preocupado y mucho la primera vez que estuvo Minerva tres días sin cagar.


Este es el resumen que hace el fnac:

Tras los bestsellers Bésame mucho y Mi niño no me come, Carlos González vuelve con una de sus grandes pasiones: la defensa de la lactancia materna. La intención del autor no es otra que ofrecer información práctica a aquellas madres que desean dar el pecho. Ahí es donde el bebé, además de comida, busca y encuentra cariño, consuelo, calor, seguridad y atención. Lo importante de este acto es el lazo de unión que se establece entre ambos y que es una suerte de continuación del cordón umbilical.

Bésame mucho

Este es libro me lo leí intercalándole con “Un regalo para toda la vida”, ya que hacía poco que había nacido Minerva y no voy a negar que tenía algunas dudas.

Creo que ya había oído hablar de él, pero cuando decidí comprármelo sin ninguna duda fue cuando oí en una de las reuniones de la liga de la leche a una madre decir que ese libro le ayudó a no sentirse culpable cuando cogía en brazos a su bebé.

Os dejo a continuación el resumen que hacen de él en la página del fnac:

Carlos González, tras el indiscutible éxito de Mi niño no me come, que alcanzo los 40.000 ejemplares vendidos, regresa con Bésame mucho, una versión actualizada que incluye nuevos ejemplos que pueden ayudar a los padres a entender más y mejor a sus hijos. ¿Por qué los niños no quieren dormir solos?, ¿Por qué tienen celos?, ¿Por qué tienen rabietas?, ¿Por qué lloran?, ¿Por qué llaman nuestra atención? Bésame mucho, es un libro ameno, divertido, pero sobre todo especialmente didáctico, dónde los padres pueden encontrar las respuestas a las mil y una preguntas que cada día les asaltan sobre el crecimiento de sus hijos.

Comer, amar, mamar

Este libro es una recopilación de tres obras de Carlos González.

En principio me interesaba “Bésame mucho”, que nos habla de la crianza y nos dice por ejemplo por qué malcriar a nuestros hijos no es cogerlos en brazos cuando lloran sino dejarlos llorar. Estoy totalmente de acuerdo en que cuando se dejar llorar a un@ niñ@ porque sí, se me le está criando mal.

Luego vi en Internet que ese libro estaba junto con otros dos recopilados en “Comer, amar, mamar”. Y puesto que los otros temas también me interesaban decidí comprármelos en un solo libro, que aunque resulta un volumen más grueso (ahora mismo no me lo voy a llevar en el metro, lo tengo de consulta en casa, para leerlo cuando tengo un rato) es más barato que comprar los tres por separado.

Los otros dos libros son “Un regalo para toda la vida”, que trata la lactancia materna, desechando mitos y resolviendo dudas. Y “Mi niño no me come”, libro que todavía no he leído (no tenía tanta prisa, ya que todavía nos quedan algo menos de cuatro meses para empezar con la alimentación complementaria), pero que promete mucho.