jueves, 6 de octubre de 2011

Cuando quien dice quererte más es quien te hace daño

Este fin de semana lo hemos pasado con unos amigos en el campo. Estuvimos una pareja con su hijo de 19 meses, otra pareja de amigos y nosotros tres.

Con los papás del nene, aunque no gozamos de una estrecha confianza, nos vemos de vez en cuando. Nuestra manera de criar a nuestr@s hij@s es bastante distinta, y es que ella y yo siempre hemos sido muy diferentes. Eso no quita que no podamos pasar un buen rato todos juntos y que a pesar de nuestras diferencias nos tratemos con respeto.

No voy a enumerar aquí las cosas que hacemos distintas, ellos con su hijo y nosotros con nuestra hija, primero porque no viene al caso, y segundo porque, como siempre digo, lo que vale para una familia no tiene por qué valer para otra.

Pero en este último encuentro, quizás porque hemos pasado más tiempo juntos, he visto alguna cosa que no me ha gustado ni un pelo, y no sólo eso, sino que me ha hecho sentir mal incluso conmigo misma.


Antes de ir al grano quiero poneros un poco en situación con respecto a mi opinión sobre el famoso “cachete a tiempo”.

Muy a mi pesar tengo que confesar que yo estaba a favor. Siempre fue así, pues así fue como me crié. Pero tampoco quiero tocar ese tema ahora. No sabría decir bien a ciencia cierta cuando me cambió el chip, imagino que ya en el embarazo algo de mí iba cambiando poco a poco. Pero en el momento que tuve a mi hija en brazos fue como si un gran conocimiento intuitivo me quitase muchas vendas de los ojos al mismo tiempo que dejaba aflorar a mi verdadero instinto.

Gran parte de mi vida he aceptado ese maltrato físico hacia l@s niñ@s. Y digo maltrato porque un cachete, un bofetón, una colleja, etc. es pegar. ¿Consintiríamos nosotras ese tipo de actitud por parte de nuestras parejas, por poner un ejemplo? Porque hasta no hace tanto estaba permitido socialmente pegar a las mujeres. Hoy en día nadie ve normal que se le pegue a una mujer (ni a un hombre, dejémoslo bien claro), excepto los maltratadores.

Pegar a un/a niñ@ es también desde hace unos años ilegal. Aunque parece que todavía nos queda mucho camino, pues en el ámbito doméstico sigue viéndose como algo normal el cachete y otros tipos de violencia “blanda” (por llamarla de alguna manera). Pero ya no se trata de que sea ilegal sino de que es inmoral y atenta contra la integridad del menor, se le falta al respeto porque el adulto se cree su dueño y señor: “Yo a mi hijo lo educo como quiero”. Pegar no es educar. ¿Acaso los derechos humanos y el respeto que todos creemos merecer no son extensibles a l@s niñ@s?

Pegar es transmitir que quien se supone que más le quiere y le cuida le hace daño, porque no quiere, no se plantea o no sabe hacerlo de otra manera. Pegar es trasmitir que las cosas se consiguen por la fuerza.

Sigue existiendo mucha tolerancia hacia la violencia contra l@s niñ@s y no veo que se haga ningún tipo de campaña para concienciar a quienes todavía piensan que no pasa nada por dar una “palmadita” a un/a niñ@.

Por otro lado, lo que siempre tuve claro, es que el humillar, descalificar, amenazar o bularse es maltrato psicológico, a veces con mayores secuelas incluso que el “cachete”.


Tras este inciso quiero relataros, aunque ya os lo podéis imaginar, la situación que vivimos junto a estos amigos.

Ya había observado que en ocasiones le daban un cachete en la mano, cosa que no me parecía bien, pero ante la que sentía que no podía hacer nada ya que ellos son sus padres.

Como es normal, cuando este bebé de 19 meses y Minerva interactuaban, pues no siempre hacían muchas migas y se peleaban por algún juguete o cosas por el estilo. Aunque también diré que se estuvieron dando sus abrazos y dejándose juguetes.

Una de las veces el nene le dio a Minerva en la cara, y aunque mi pitufa se quejó un poco, como rápidamente la cogí se le pasó en un momento. Pero los padres del niño le respondieron con un cachete en la manita, así que el pobre comenzó a llorar a moco tendido, con la babilla colgado y solo en mitad de todos nosotros. Mi amiga (la que no tiene hijos) fue a decirle algo pero la madre se lo impidió diciéndola que le dejase, que tenía que aprender. ¿¿?? Entre otras cosas, a esa edad no entiende nada de lo que le estaba pasando. Minerva entonces, al verle, empezó a llorar. Y yo rápidamente fui hacia ella, me agaché en el suelo y la abracé, intentando así también compensar la angustia del otro nene y aguantándome las lágrimas por la soledad, el desconsuelo y el desconcierto que debía sentir aquel niño en medio de tanta gente sin ser atendido ni consolado.


De vuelta a casa, en el coche, volví a revivirlo todo y caí en la cuenta de que a pesar de parecerme mal que le pegasen, me parecía aún mas desconsolador verle ahí llorando sin que nadie le diese muestras de cariño, consuelo o simplemente presencia. ¿Debía haber hecho oídos sordos a su madre y haberle consolado? ¿Debía haberles dicho a estos padres que no deben faltar al respeto a su hijo pegándole o abandonándole de esa forma? Recordé entonces cuando asistimos a la conferencia que dio Yolanda González “La Empatía y la Autorregulación en la primera infancia”, y decía que ella era siempre partidaria de intervenir, porque en caso contrario el menor siempre tendría las de perder, pues está en situación de inferioridad e indefensión. Me sentí mal (peor se sintió él), y tomé la determinación de que, aunque no me veo capaz de decir a unos padres que no peguen a su hij@ cuando se trata de un cachete (depende de qué padres sean), lo que no voy a volver a hacer es dejar de consolar a quien lo necesita.

26 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente Carol. Antes de ser madre, yo tampoco daba tanta importancia a lo del cachete a tiempo y ahora sin embargo, no puedo concebir que alguien le Levante la mano a un niño. Difícil situación la que viviste, yo no sé cómo habría reaccionado la verdad, comprendo que te haya dejado un regusto amargo y no puedas quitártelo de la cabeza. Un abrazo

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  2. Jope con esos padres.......es cierto lo que dices....no somos capaces de decirles nada cuando toca y luego nos sentimos faltal... :( cuando los que se tendría que sentir así son ellos...qué oena.
    Un besito!!

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  3. Carol, realmente entiendo tus emociones, ya que he vivido este tipo de escenas también. Se me encoge el alma al ver la agresión que reciben los niños, y se me crispan los nervios al ver padres que quieren enseñar a NO PEGAR... PEGANDO!!! Es lo más ilógico del mundo. Y he sentido culpa también, por callar, sintiéndome cómplice de la violencia.

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  4. uffff pero eso es muy dificil, mas si no teneis mucha relacion, ellos seguiran haciendo lo mismo. Yo no se que haria pero si no tuviera mucha confianza con estas personas creo que me callaria aunque por dentro me estuviera muriendo, porque creo que al no tener confianza conmigo les daria igual lo que yo les dijera- Un abrazo
    pd: que penita imaginarme al pobre niño llorando sin que nadie le consolara.

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  5. Ostras Carol, ¡qué mal rollo! Qué situación... Yo no me veo capaz de intervenir, porque sinceramente socialmente estaría mal que le dijeras algo a los padres sobre como tratan a su hijo, pero es cierto que a veces las ganas pueden...
    Hoy he escuchado a mi vecino en una situación que no veas con su bebé de 20 meses... No sabía qué hacer y me he puesto a llorar.

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  6. Me pasa lo mismo que a tí, antes de tener a Minino veía hasta "normal" lo del cachete. Ahora no se me ocurriría.
    La verdad, la situación que viviste fue difícil y más viendo al pobrecito llorando solo, sin consuelo por parte de sus padres.
    Me propongo actuar como dices al final de tu entrada, me parece lo más correcto.

    Besos.

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  7. Es un tema muy complicado y de una tristeza enorme. Me imagino la situación y me da mucha pena.
    A veces aunque una tenga todas las intenciones de ayudar no es bien recibido por los demás y siguen haciendo lo que ellos creen que está bien. Dimelo a mí, que a veces discuto con mi hermano por la crianza de mis sobrinos y al final le entra por un oído y le sale por el otro...
    Cariños

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  8. Que horrible momento tuviste que vivir... Nunca me paso de cerca gracias a dios, pero creo que no podria dejar de consolar a ese niño...(aunque sus padres me odien por eso). Y coincido con MaternArte, que ridiculez tratar de enseñar a un niño a no pegar PEGANDOLE!!! Que idiotas podemos ser los adultos...

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  9. Buff Carol…
    A mí me resulta muy difícil este tema. He releído el post y sigo sin tener claro que postura tomaría (o tomaré) en una situación así.
    Vaya por delante que como tu, estoy en contra de la violencia tanto física como emocional (que a veces se ve menos y duele más) y pegar a un niño o faltarle al respeto con gritos e insultos me parece una cobardía y un abuso. Y habla de cómo son los padres y como es su forma de educar al niño y con esto no estoy diciendo que sean “malos padres” por dar un cachete… ¡muchas veces ni se les ha ocurrido pararse a pensar en lo que están haciendo, en porque lo hacen o en que consecuencias tiene, simplemente siguen la corriente y lo hacen “como toda la vida”!
    Con todo esto, creo que lo que yo intentaría es exponer mi forma de hacer, sin juzgar, sin pretender “convertirles”, por si les sirve de algo y si no…, creo que no me metería (a no ser que sea algo que clame al cielo, claro) y menos delante del niño o llevando la contraria a sus padres, porque tampoco se si eso al niño iba a servirle de algo o le iba a confuncir aún más.
    No sé, es un tema que hay que ir con mucho tiento… Yo me imagino en la postura inversa, junto a alguien que le parezca razonar con el peque es una pérdida de tiempo y una ñoñez y pasando sobre mi le dé un cachete…
    Gracias por sacar el tema porque es muy interesante. Sigo meditando sobre el.
    Abrazos “amar sin violentar”!

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  10. Es un tema espinoso, estoy un poco con Magia...pero yo si que consuelo a un bebote al que veo llorando, aunque no me toque nada ni el bebote ni la movida....siempre digo: "pero bebooote.... qué le pasa a este chiquitín tan guapo...."
    a mí me sale así ..y sus padres pues chica, no me pueden llamar la atención por dirigirme al niño....
    Es como si yo tengo una movida con mi chico en un restaurante cenando con amigos, nos peleamos y me efando con él... y le digo al camarero, a mis amigas que están delante, y a su amigo, que no le dirijan la palabra, que yo estoy mosqueada....

    en el caso que cuentas yo no entraría a tener una discusión con los padres sobre la forma de educar (que puede tener sus matices, igual que no me gustaría que me cuestionaran a mí...) pero seguro que al niño no le dejo ahí solo llorando...yo a los padres no les digo nada, pero al bebote sí, como haría con cualquier adulto que llora (independientemente de la causa o el origen de su llanto, que ahí tampoco podría intervenir...)
    Bueno carol cariño, que me estoy explicando fatal...

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  11. En esas situaciones suelo decirle algo cariñoso al niño o niña, algo como " no llores precioso /a" y si me miran mal pues lo siento. Pero te entiendo porque es difícil reaccionar ante cosas así y a veces no podemos, no merece la pena arrepentirse porque si te ocurre otra vez te acordarás y reaccionarás como a ti te gusta hacerlo, un abrazo

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  12. Ufff, que tema más complicado, a mi me pasó algo parecido hace unas semanas y estuve revuelta un par de días...

    También me plantee que hacer a la próxima y sigo sin tenerlo claro, es duro y difícil pero yo "prefiero" no intervenir porque aunque se me parte el alma y me muero de ganas de abrazar a ese bebé, los padres siguen siendo "la autoridad" desgraciadamente y siento que sólo conseguiría meterme donde no me llaman pero no voy a conseguir que dejen de pegarle ni que ese bebé entienda por qué sus padres no le abrazan y una extraña sí...
    Abrazos y besotes grandes!

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  13. Ufff, tema delicado...yo estoy con Mamá de un bebote, decirle algo al peque y consolarle, pero vamos, que hay que estar en la situación...

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  14. Muy complicado, entiendo perfectamente tu frustración ante esta escena que viviste. Hay gente que no tiene nada de empatía con sus propios bebés y es muy difícil hacer que se les caiga le venda de los ojos...Sin embargo creo que yo habría hecho lo mismo que tú y como te ha dicho Mar, al fin y al cabo sus padres son sus padres y hay que respetar sus decisiones, siempre y cuando no se algo excesivo que salte a la vista. Otra cosa sería que te hubiesen cuestionado a ti, en ese caso se podría aprovechar para exponer la visión que tienes de criar con respeto y tal vez así...
    Un abrazo y no te tortures demasiado.

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  15. @Mousikh, me siento afortunada de que la maternidad me abriera los ojos ante la falta de respeto que supone pegar a un niño. Ahora cada vez que lo veo algo se revuelve dentro de mí. Un abrazo

    Graciata, me dio tanta lástima… En realidad no creo que ellos se den cuentan de lo que hacen, falta mucha consciencia en este asunto. Besitos

    MaternArte, tienes razón, ¿cómo puede pretenderse enseñar a no pegar pegando? No tiene sentido. Así me siento yo, cómplice. Un abrazo

    Y por fin... mamá, muy pero que muy difícil. No creo que si hay una próxima vez me decida a hablar, seguramente se sentirían atacados. Me dio tanta pena, me pareció tan cruel la situación… Besitos

    Carol, se siente tanta impotencia. Nosotros callamos por si molestamos a esos padres que faltan el respeto a sus hijos, y luego a veces por parte de algunos de esos padres tenemos que soportar comentarios sobre nuestra manera de criar a nuestros hijos. En ocasiones el mundo va al revés. Un besazo

    Nereites, decirles a unos padres lo que tienen que hacer con su hijo me parece mala idea porque sólo podría conseguir que se pusieran a la defensiva, pero consolar a un niño que llora, ¿quién me lo va a impedir? Besos

    Carrusel de Sofía, qué pena que estos padres no entiendan y no se pongan en la situación de sus pequeños. Al menos lo intentas, quien sabe, algún día puede que se de cuenta. Un abrazo

    Bren, no tiene ningún sentido esa enseñanza, verdad? Llegados a este punto me daría igual lo que pensasen esos padres de mí por consolar a un niño que lo necesita. Besos

    Magía, como comentaba antes en este tema falta mucha consciencia, como dices a veces no son malos padres, sino que se dejan llevar por lo que siempre han visto, pero no están exentos de culpa pues es el niño el que sufre las consecuencias. El decir algo la mayoría de las veces lleva a un enfrentamiento, por mucho que se midan las palabras. Pero no me pueden prohibir decirle unas palabras amables a su hijo. Abrazos

    Mamá de un bebote, esa es la actitud que tomaré si hay una próxima vez, creo que es la más acertada. Te has explicado estupendamente. No entraría a discutir porque no creo que sirviese de nada y no me veo diciéndole a alguien a un padre lo que tiene que hacer con su hijo. Besitos

    Siempre mamá, por desgracia esta situación me ha servido para eso, para saber que la próxima (que espero que no la haya, mucho sueño yo) no dejaré de consolar a quien lo necesite. Un abrazo

    Mar, es cierto que es un tema complicado, pero he llegado a la conclusión (mía propia) de que por principios no puedo dejar de lado a un niño desconsolado. Otra cosa sería llamar la atención a los padres, donde ahí no me meto, aunque muchos de esos no dudan en meterse donde no les llaman. Un fuerte abrazo

    De chupetes y babas, es la opción que veo más razonable dada la situación. Es duro verse en la tesitura. Un abrazo

    María M., es difícil llevar esta situación. Como dices son sus padres, pero un niño indefenso necesita que alguien le ayude y le atienda, y por decirle una palabras cariñosas nadie puede echarme en cara nada, creo yo. Lo que me fastidia es que yo calle y luego me vengan diciendo lo que tengo yo que hacer (no se ha dado el caso), desde luego que aprovecharía para dejar las cosas claras. Un abrazo

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  16. Carol, a mi también me trae de cabeza este tema.. y también leí a Yolanda González en Amar Sin Miedo A Malcriar lo que dices.. que hay que intervenir a favor del pequeño pero es tan difícil. La situación que viviste es espeluznante y me ha llegado tu dolor al pensar en ese provee niño solo entre tantos, sin entender nada. Joé! Que se podría haber hecho? Hablar con la madre luego mas tranquila y decirle que hay otras opciones.. o en el momento decirle que su hijo así no esta entendiendo ni aprendiendo nada, que ahora mismo lo que necesita es que le acompañen en su desconsuelo.. Uff, puede reaccionar mal y eso es lo que tememos. Supongo que cada situación será diferente y nos saldrá hacer una cosa.

    Gracias Carol por este post porque me ha dado mas decisión para intervenir a favor de los niños maltratados. Habrá que aprenderás de memoria el poema de gibran, el de tus hijos no son tus hijos ;)

    Besotes!

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  17. Carol:
    Conociendo a esta madre no creo que hubiese servido de mucho, porque ya hablando de otro tema (sobre compartir) se quedó muy seria cuando escuchó mi punto de vista, el cual no le pareció nada bien.
    No creo que si me encuentro en una situación similar diga nada a los padres, porque aunque se lo diga de la mejor forma posible me pueden contestar de mil maneras. Pero si le diré lo que me salga del corazón al niño que necesite consuelo.
    Precisamente recordando ese poema pensé que tenemos todo el derecho a intervenir, sobre todo cuando se atenta contra la dignidad del niño.
    Un besazo

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  18. Exactamente Carol, ahi esta el punto.. en consolar al niño.. igual igual puede que les siente mal pero nos quedara la satisfaccion de haber consolado un alma inocente. Besos!

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  19. Es una situación muy difícil e incómoda, Carol. Siento que la presenciases. A mí no me ha ocurrido pero no descarto que cualquier día me encuentre en tu lugar.

    No sé bien cómo reaccionaría, creo que pasarle por encima a los padres o cuestionarlos en presencia de los niños no es bueno, pero en una situación así tampoco sería capaz de continuar charlando en grupo con naturalidad. Imagino que acabaría rompiendo una lanza a favor del pequeño comentando que qué lástima verle así, que aunque no esté bien pegar a nadie creo que ellos aún no comprenden estas situaciones, que juegan y miden fuerzas...
    ¿Qué fácil opinar cuando no se vive, verdad? Un fuerte abrazo, Carol.

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  20. Carol, eso es, además me daría igual si le molestase, el niño es lo importante. Besitos.

    Cocolina, espero que no tengas que vivir nada parecido. A mi no se me ocurriría cuestionarles deslante del niño, no me parece bien. Pero si diciéndole algo cariñoso al niño o como tu dices. Gracias a vuestras opiniones me siento más reconfortada. Un besazo

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  21. Ufff que momento más delicado... Yo tampoco soy partidaría del cachete, y me he criado con él pero no me gustaba como me hacia sentir así que procurare no hacerselo a mi hija... Yo estoy con algunas de arriba que dicen que cuando ven a un nene llorar intentan hacer algo para que se les pase, en el parque o los niños de algunos amigos, intento cambiar de tercio y empiezo "guauuuuu que coche más guay tienens, me lo enseñas!!!" o "jugamos a la pelota con Abril??..." o yo que se cualquier plamplina del estilo... Lo que no puedo hacer en esos casos es coger al nene y achucharlo (que es lo que me sale y me apetece) porque creo que a sus padres le puede sentar mal... Un besito

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  22. María:
    Creo que es la mejor idea. La verdad es que seguramente tampoco abrazaría al niño aunque sea lo que me pide el cuerpo, sino que le diría algo cariñoso o como dices intentaría distraerle y hacerle reir.
    Un besazo guapa

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  23. Hola Carol, soy Diego, el papá de Yago. me ha gustado mucho tu entrada, de hecho, me ha dado una idea para publicar algo en mi blog en relación a las consecuencias psicológicas de ese tipo de mlatrato infantil que se encuentra tan normalizado por entenderse como una forma natural de crianza. Cuando realmente lo que vive el niño no deja de ser una agresión y un comentario vejatorio, aunque no sea de una intensidad tan llamativa como casos más extremos. Un saludo.

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  24. Diego:
    Muchas gracias por tus palabras y por pasarte por aquí.
    Estoy deseando leerlo. Ojalá todos esos padres se diesen cuenta de la realidad de sus actos.
    Saludos!

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  25. Muy de acuerdo contigo, es dificil opinar sobre crianza o dar sugerencias a otros padres pero no podemos ir por el mundo haciendo oidos sordos o vista gorda como dicen por ahí, al final nos hace complices. Me parece que al menos podamos socorrer a un bebe en abandono, sobre todo si el chiquito jamas se entero de lo sucedido.

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  26. Hijo fulo:
    Es una pena, porque eso es lo que pasa, que el niño está ahí llorando sin saber qué pasa, por qué le han hecho daño y por qué no le hacen caso.
    Por nada del mundo quiero ser cómplice de eso.
    Saludos.

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