viernes, 23 de marzo de 2012

Nuestra experiencia con la alimentación complementaria



Llevo tiempo queriendo hablar sobre este tema, y es que va pasando el tiempo y cada vez queda más lejos el día que empezamos con la introducción de la alimentación complementaria, poco más de un año, quién lo diría.

Como siempre digo, esta es nuestra experiencia, y si a alguien le puede ayudar, fenomenal.

Minerva estuvo tomando pecho exclusivamente hasta los seis meses. No le dimos nada antes, primero porque la recomendación de la OMS es esa, y segundo porque no mostraba ningún interés por la comida cuando nos veía a nosotros. Quiero aclarar que siempre ha permanecido junto a nosotros en las comidas, en la trona modo hamaca cuando era más bebé (y no estaba durmiendo o en mis brazos tomando teta mientras yo comía), e igualmente sentadita a la mesa en su trona cuando ha sido más mayor. Esto para nosotros ha sido muy importante, que la nena haya sido y siga siendo una más en la mesa, coma o no. El ejemplo, como siempre, es fundamental, y el acompañamiento es indispensable. No me gusta cuando vamos a casa de alguien y pretenden que los niños coman antes que los adultos, no es la primera vez que oigo a alguna mamá comentar, por ejemplo, que su niño sólo quiere desayunar con ella (junto a ella).


Unos días después de cumplir los seis meses empezamos con la introducción de alimentos sólidos.  Creo que lo primero que le ofrecimos fue patata cocida. Y así continuamos, dejando tres o cuatro días antes de ofrecerle un nuevo alimento, con zanahoria cocida, pollo hervido (no tardamos en hacérselo a la plancha), brócoli cocido, arroz cocido con un chorrito de aceite, plátano, pera, naranja, pan, tortitas de cereales, etc, siempre ofrecidos de tal forma que ella fuese capaz de agarrarlos, pues nuestra intención era ofrecerle y que ella decidiese si quería o no comérselo. Este no fue exactamente el orden que seguimos, y es que es indiferente, no está demostrado que haya que introducir antes un alimento que otro, aunque se recomienda que se empiece por alimentos ricos en hierro, como por ejemplo el pollo.

Hasta los nueve o diez meses no empezó a comer lo que se dice comer (y aún así no eran “grandes” cantidades), daba algún bocadito si le interesaba y poco más, la naranja por ejemplo le encantaba.

Nunca hemos tenido ningún problema de atragantamiento, si alguna vez se metía más de lo que le cabía en la boca (eso ha sido cuando ya era más mayorcita) simplemente lo echaba ella sola, y si se le quedaba algo en la garganta tosía con fuerza y a seguir comiendo, ella nunca se ha asustado, en todo caso algún adulto viéndola comer, al mismo tiempo que se asombraba de cómo tan pequeña (con diez u once meses) comía ella sola con las manos y masticaba la mar de bien, aunque apenas tuviese dientes, y es que con las encías se apañan estupendamente.

Las únicas papillas que le hemos ofrecido fueron las de cereales al principio y no las quería comer con cuchara, prefería bebérselas en vaso y ni eso. O un potito en un par de ocasiones y no quiso saber nada. Las papillas no son necesarias, es una opción, pero no la única, y para nosotros y nuestra buhíta ha sido mucho más lógico, educativo y divertido hacerlo de esta forma.

Hasta el año el pecho siempre fue el alimentos principal, aunque según iban pasando los meses e iba comiendo algo más ya no me obsesionaba tanto en darle primero pecho si en ese momento íbamos a comer y Minerva hacia rato que no tomaba. A día de hoy sigue tomando toda la teta que quiere y no es poca.

El pescado y el huevo, alimentos más alergénicos, los introducimos alrededor de los diez meses. Antes del año había probado también lentejas, garbanzos, paella… Sobre los once meses o puede que antes llegó un momento que en casa cocinábamos una única comida (sin apartarle antes algún alimento), a la que no se le añadía sal. Poco a poco fuimos empezando a echar sal a las comida después del año. A día de hoy come de todo lo que comemos nosotros (siempre y cuando le guste), lleva tiempo haciéndolo.

El tema de la alimentación nunca ha sido para nosotros un tema de peleas o un momento desagradable, todo lo contrario, aunque no quisiese pegar bocado. Si es verdad que haciéndolo de esta forma mancha mucho, aunque imagino que con purés no será muy diferente, y en ocasiones cuando no ha comido nada y sin embargo ha manchado mucho más me da rabia, pero es lo que hay, es como aprenden, y doy fe de ello.

No le hemos dado otros lácteos a parte de la teta que el queso. Hay gente que no lo entiende, tampoco yo entiendo que sea tan difícil de comprender. Es nuestra elección, primero porque ya tiene cubiertas sus necesidades de lácteos más que de sobra con la teta, y además de lo mejor, y segundo, porque si yo intento comer los menos lácteos posibles desde luego no se los voy a dar a mi hija. Tampoco le hemos dado gominolas, gusanitos, bollería o chocolate, no me parece sano (a excepción de este último), y ya he tenido que aguantar comentarios recriminatorios de “es que l@s niñ@s disfrutan mucho con eso”, como si no tuviesen otras cosas con las que disfrutar en la vida. Soy consciente de que mucha gente no lo entiende o no lo comparte, cada cual hará lo que considere mejor, y nosotros preferimos esperar lo máximo que podamos a ofrecerle ese tipo de cosas, porque además ya va siendo más mayor y ella misma si te ve te pide. Las patatas fritas de bolsa le encantan, en casa ha comido en contadas ocasiones (igualmente no me gusta, pero ya se lo sabe, así que intento evitarlo), pero sobre todo las come cuando vamos a casa de alguien y las sacan de aperitivo. Por otro lado, a veces le he ofrecido comer de mi tostada de nutela (alguna mañana para desayunar) y no ha querido, así que casi mejor.

Nunca la hemos obligado a comer, ni la hemos distraído para que coma más, la hemos dejado seguir a su ritmo y ella sola ha empezado a comer cuando ha estado preparada. Hemos respetado sus días de inapetencia, sus gustos (no a todo el mundo le gusta comer de todo) y sus necesidades de alimento, aunque no sean las cantidades que muchos consideran oportunas. Y hemos confiado en ella para autorregularse y saber lo que necesita, y de hecho nos lo ha demostrado cuando por ejemplo ante un cocido decide comerse sólo la patatas (le encantan) y la carne, y sin embargo otro día sólo quiere los garbanzos. Y es que ellos saben escuchar a su cuerpo y sus necesidades.

Con dieciocho meses y casi medio, es una niña sana y feliz, que come sola en su plato, con sus cubiertos, aunque a veces necesite ayuda, y desde luego está supervisada en todo momento, como os digo todas las comidas las hacemos juntas.

Un libro que me abrió mucho los ojos fue “Mi niño no me come” de Carlos González. En la conferencia del año pasado en el I Ciclo Conociendo a Nuestros Hijos también pudimos escucharle hablar sobre este tema. Y os recomiendo también, para quien le interese el tema de la alimentación complementaria a demanda (sin papillas) el blog de Eloísa, Una maternidad diferente, donde nos habla del baby-led-weaning y nos da muchas ideas sobre los alimentos que les podemos ofrecer sin recurrir a las papillas.

26 comentarios:

  1. Pues me encanta tu entrada Carol porque emana muchísima tranquilidad con este tema.
    Yo reconozco que el tema comidas es algo que siempre me ha preocupado. Primero porque mi hijo tardó muchísimo, pero mucho mucho en masticar. Creo que no fue hasta los 16-18 meses cuando comenzó a tomar sólido y claro, ver a otros nenes comer perfectamente sólido y él atragantarse cada dos por tres, hacérsele bola la comida o acabar escupiendo me preocupaba.

    En segundo lugar porque por su alergia a la leche he tenido que eliminar muchísimas comidas de su dieta, y aunque a nivel familiar nos hemos tratado de adaptar para comer todos lo mismo, no siempre ha sido fácil y muchas veces he tenido que recurrir a darle antes a él la comida para que no viera lo que nosotros estábamos comiendo porque no hubiese podido tomarlo.

    El hecho de que no pueda tomar leche me preocupaba también por el tema del calcio en pleno crecimiento, de ahi que siempre haya vigilado muy mucho que sus menús son equilibradísimos y que come suficientes alimentos con calcio como para suplir su ingesta de leche.

    En fin! Que reconozco que es un tema que siempre me ha obsesionado aunque reconozco que conforme se va haciendo mayor pues mucho menos.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo en dos cosas:
    - Nada de chuches que no aportan absolutamente nada al organismo (aunque al mío chocolate sí le doy a veces en los yogures o con las galletas)
    - Los lácteos no son importantes. Salvo el queso (que me encantaría que mi hijo pudiera tomarlo porque me parece un "kit-kat" muy sano para cualquier momento), tengo clarísimo que cuando se cure de su alergia seguiré ofreciéndole yogures y leche vegetales (en este caso yo uso de soja). La pediatra y su alergólogo siempre me han dicho que tratemos de no caer en la leche de vaca aunque se le cure su alergia porque no es buena y no aporta nada que las leches vegetales no puedan aportar.

    Me ha encantado tu post, y siento la charleta que te he dado! (casi te he escrito un post dentro del tuyo, jajaja)

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    1. Encantada de que te haya gustado y de todo lo que tienes que aportar.
      Con un niño alérgico a la leche es diferente, hay que mirarlo todo con lupa y la preocupación de que coma lo más equilibradamente posible es inerente a toda madre con un niño alérgico. Con el tiempo puede que te relajes y te medio acostumbres, pero espero que se le pase su alergia para una mayor tranquilidad vuestra y de él.
      Me me gusta la opinión de tu pediatra y tu alergólogo en cuanto a la leche de vaca.
      Un besazo

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  2. Hola Carol!! Me ha encantado tu post, como dice Silvia irradias mucha tranquilidad con el tema. La alimentación de Marco es muy similar, pero debo reconocer, que aunque no quiero, cuando no le apetece comer me pongo un poco nerviosa y de nada me sirve. Es fantástico comer con él en la mesa, ya come de todo (17 meses), lo que le gusta claro, incluso comida japonesa y kebab, me encanta! Si que es un handicap lo de la limpieza, pero en cuanto te acostumbras lo limpias sin pensarlo en un momentillo.
    Un beso guapa!

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    1. Como dices de nada sirve, porque ellos van a comer lo que tengan hambre y lo que les desagrada no hay manera.
      Es encantador verlos comer, verdad?
      Lo de la limpieza, como todo con niños, es lo que hay :)
      Un abrazo

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  3. hola! acabo de leer tu post y me quedado un poco..no se rara..
    por que no le das yogures ni lacteos a la niña? no tiene nada de malo.. ypor qu comagusanitos tampoco pasa nada, claro no todos los dias pero de vez en cuando..
    un beso
    nuria

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    1. Quiero recalcar que esta es nuestra experiencia.
      A mi no se me ocurre preguntar a nadie por qué le da yogures o gusanitos a sus hijos, pues como padres cada uno hacemos lo que mejor consideramos.

      No creo que tenga que dar explicaciones sobre esto, pero ahí va.
      Sí toma láctos, toma teta y mucha, con lo que el resto de alimentos que le ofrecemos queremos que sean variados y no un exceso de lácteos. Además, la leche de vaca o los yogures bajo mi punto de vista (por lo que he leído) no son tan buenos como nos quieren hacer creer, pero ese ya es otro tema.
      Y respecto a los gusanitos, pues es nuestra opción, queremos ofrecerle la alimentación más sana posible.

      Un abrazo

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  4. Me ha gustado mucho el post. en nuestro caso hemos hecho parecido aunque con alguna salvedad, más que nada porque a mi hija le ha costado bastante aceptar otras comidas que la teta. Estuvo alimentándose de LME, con alguna que otra pequeña excepción durante todo su primer año de vida, menos mal que para entonces ya me había leído "Mi niño no me come" porque si no lo habría pasado francamente mal. Hemos respetado siempre sus gustos, la cantidad que deseaba comer y nunca la hemos presionado con castigos como "te quedas sin postre" con lo que estoy en profundo desacuerdo.
    Hacia los 2 años empezó a comer más o menos bien, pero al día de hoy sigue siendo muy escogida a la hora de comer. Mi única "cruz", por así decir es que se niega a comer fruta con lo sana que es...
    Eso sí, el chocolate le encanta :)
    Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo de los lácteos, mi hija solo tema teta y un poquito de leche mezclada con agua en los cereales del desayuno.
    Comer en compañía y sin presiones es lo mejor, todo llega poco a poco.
    Un beso!

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    1. Lo mejor es dejarles seguir a su ritmo sin forzarles, muchos niños hasta los diez meses, o incluso el año o más no quiere nada más que teta y estan la mar de bien. Tú ya lo sabes.
      Yo estoy tranquila, pero se que hay gente que diría que come poco. Según el día que tenga, si le gusta, etc. Mi hija fruta si come, sin embargo la verdura la cuesta más, sólo es saber cómo prefiere comerla (los pimientos no le gustan pero el gazpacho le encanta). Quien sabe si con el tiempo no empezará ella sola a pediros fruta.
      Yo creo que el día que prueba bien el chocolate también le va a encantar como a su madre ;)
      Un abrazo

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  5. Mi bebé tiene 19 meses, experimento el mismo proceso que tu hijita, nada de papillas (jamas le gustaron), siempre alimentos enteros que el se lleva a la boca. Hoy come bastante bien, ademas del pecho que tomo exclusivo hasta los 8 meses, toma desayuno con nosotros: aguita de hierbas con pan con palta o manteca, come al menos 3 frutas al día, almuerza y come por la tarde a veces solo (hasta le pone manteca al pan con cuchillo) a veces le doy yo. Escuchharlos es lo mejor!

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    1. Si es que dejándoles a ellos y permitiéndoles experimentar es como mejor aprenden. Qué gracia lo de untar él solo con el cuchillo el pan.
      Un abrazo

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  6. Hola Carol, me siento muy identificada con vuestra experiencia. A nosotros también siempre nos ha gustado sentarnos los tres juntos a la mesa, aunque ella no coma, lo encuentro positivo para que se familiarice con el ritual de la comida, nos ve cómo hacemos y ella acaba por imitar nuestros movimientos. Por supuesto cuando ha solicitado bajar al suelo lo hemos respetado y nosotros continuamos comiendo. Nunca ha sido necesario explicarle cómo se usan los cubiertos, siempre le hemos dispuesto sus cubiertos y vaso y cuando ella lo ha deseado ha comenzado a hacer uso de ellos y bastante bien para nuestro asombro! :)
    Maravillosa Minerva, de verdad, para mí el BLW fue una revelación y estoy muy contenta de haber probado a hacer las cosas de este modo.
    Gracias por compartir tu experiencia, siempre tan rica!!
    Un abrazo

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    1. Nosotros procuramos que no se baje al suelo, aunque si insiste la bajamos, porque entonces ya no nos deja terminar de comer, quiere que juguemos con ella.
      Recuero que el papá era más reticente al BLW porque le daba miedo que se atragantase, pero qué pronto perdió ese medio en cuanto la vió comer ella solita.
      Un besazo

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  7. Para mi el libro "Mi niño no me come" fue también un oasis de tranquilidad. Mi maridos e pasaba diciendo que Sara no comía y que ya era hora que comiera, en fin, lo típico que la gente cree sobre lo que tienen que comer los niños pequeños. leer el libro me libro de todas esas teorías y me dio la tranquilidad de que mi bebé estaba perfecta. Si vieras lo que come ahora y sigue igual pegadita a su teta. Un abrazo.

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    1. Los adultos no comemos todos lo mismo, ¿por qué habrían de hacerlo los niños?
      Ellos saben perfectamente si tienen o no hambre y lo que necesitan.
      Minerva también sigue pegadita a su teta :)
      Un abrazo

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  8. Mi nena tiene 4 años, nunca la hemos obligado a comer, se hizo (y nos hizo porque la seguimos) vegetariana hace como dos años (no le gustaba la carne en ninguna presentaciòn, ni roja ni blanca), no come chucherìas màs que un helado o galletas Marìa eventualmente, aùn toma teta (sòlo para dormir por decisiòn propia), fue "teta adicta hasta los 3 años, es una niña sana, de perfecta estatura y peso. Cuando en algunas reuniones o fiestas algùn "adulto" le ha dado sin preguntarnos alguna chucherìa ella la ha probado Y NO LE GUSTA, porque su paladar ya està acostumbrado a otros sabores màs sanos. Sus "chucherìas" son las frutas, la manzana es su favorita. Te felicito Carol por llevar de manera tan saludable la alimentaciòn de tu beba.

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    1. Es maravilloso comprobar cómo ellos solos, si se lo permitimos, expresan sus gusto con total normalidad.
      Personalmente no me hace ninguna gracia cuando les das chuches (y casi cualquier cosa, me atrevería a decir, y si es alérgico?) sin preguntar a los padres, aunque se que no se hace con mala intención, qué bien que tu nena lo tenga tan claro.
      Soy yo la que os felicito a vosotros por esa alimentación tan saludable y consciente.
      Un abrazo

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  9. Me encanta esta entrada, me veo totalmente reflejada, nuestro nanico también ha estado con nosotros siempre en la mesa, primero en brazos, en maquita y luego en su trona, antes de comer ac, comenzó con 7 meses, antes lm en exclusiva y luego poquito a poco cositas que él podía coger, patata cocida, zanahoria, pera, arroz cocido (jaja con la pinza estaba super graioso)... y ha comido siempre lo que a querido y nunca se ha atragantado, ellos se gestionan la mar de bien, eso sí, nos ha acarreado serias discusiones y prohibir la entrada a abuelas (suena fuerte pero es así) decían que tenía desnutrición, que a un niño hay que forzarlo a comer, que estaba super pequeño, que la teta no sirve para nada... (mi hijo es finico) pero si ves al padre es más de lo mismo, así que que quieren un oso??? como los nietos de las amigas... Y ahora con más de año y medio come geania, le encanta la comida de olla (cocido, potaje, lentejas, paella...) y "se comen sus palabras" madre mía este crio que bien come!!! ainsssss y yo que me callo y le digo pues será por algo no??? y a demás come bien cuando quiere que hay días que toma más teta que otra cosa., hay días que no le apetece tal cosas, que antes se tomaba de maravilla, pero no todos los días nos apetece lo mismo, ni tenemos el mismo hambre. Jajajaaj Carol tu entrada me ha servido de desahogo, sorry y besicos primaverales

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    1. Qué fuerte lo de las abuelas, tener que escuchar eso en vez de tener apoyo es duro. Me alegro de que fueseis claros en vuestras decisiones. Y a la vista está.
      En ese sentido hemos tenido suerte. Unos han estado y están siempre de acuerdo con la decisión que tomemos, y otros no dicen nada.
      Encantada de que te desahogues.
      Besitos

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  10. Me ha encantado Carol, me he visto muy reflejada a mi hijo y a mí salvo en el hecho de que a los seis meses, en cuanto empezamos a darle los complementos el peque fue dejando paulatinamente el pecho hasta que a los siete meses y pico llegó un día en que me miró con cara de "qué haces mami?" cuando le ofrecí el pecho.
    Pero todo ha sido a su tiempo, él ha ido comiendo y recibiendo de la mejor manera todo. Nunca con peleas y con la certeza de que el día que no quiere comer es porque le ocurre algo (dentición, sueño, enfermito o simplemente no le apetece). Supongo que la naturalidad y el ejemplo impartidos en casa son fundamentales. Un besote y gracias por compartir ese pedacito de tí ;)

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    1. Hay niños a los que les encanta probarlo todo y que comen mucho, con lo que con la introducción de la alimentación complementaria pueden mamar menos o incluso dejarlo, como en vuestro caso. Puesto que fue su decisión hay que respetarla.
      Es normal que cuando estén malitos o con los dientes no quieran comer, pero bueno, ya volverán a hacerlo.
      Un abrazo

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  11. Pues nosotros lo hicimos de una forma muy parecida a la vuestra, aunque con puré (todo al vapor, no cocido). NO hemos tenido problemas con la alimentación y nunca la hemos forzado, aunqeu a veces sí insistido un poco. Le gusta probar cosas nuevas, lo intenta, luego lo acepta mejor o peor pero lo intenta. Y siempre la hemos sentado a la mesa con nosotros.
    Tampoco hemos sido dados a ofrecerla bollería, gusanitos ni cosas de esas, aunque la abuela, por ejemplo, si le compra bollos cuando está con ella, que es de vez en cuando.
    Lo de los lácteos, yo tengo ahí un conflicto que no termino de resolver. Nosotros no tomamos leche, pero Lola (casi tres años) sí desayuna leche, un cuenco con miel y un poquito de nesquick (para colorear ligeramente) y galleta o cereal.
    Toma natillas, yogures, queso... pero tengo ese miedo que si no toma leche me quede corta con el calcio... alguna recomendación?

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    1. Ay los abuelos... qué mal llevaría yo eso.
      Lo que yo he leido es que de hecho no absorbemos bien el calcio de la leche de vaca, la tenemos en un pedestal en cuanto al calcio y no es para tanto. Hay otros muchos alimentos ricos en calcio, el sésamo, los frutos secos, las sardinas, etc.
      Pierde el miedo, si sólo es por eso yo dejaría de darle leche, ahora si es porque te apetece o a ella le gusta pues a seguir.
      Un abrazo

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  12. Yo también tengo pendiente hacer una entrada sobre este tema, que al paso que voy, se me va a olvidar, je, je... Tenemos muchas cosas en común, lactancia exclusiva hasta los 6meses, come SIEMPRE con nosotros a la mesa y sobre todo la comida nunca ha sido ningún tema de preocupación. Nosotros sí que le dimos papillas además de alimentos cocidos o blandos al principio, porque nos daba pavor, bueno sobre todo a mi marido, que se atragantara. Pero poco a poco empezó a probar de lo que comíamos nosotros y en torno al año ya comía sólidos. En cuanto a los lácteos, desde que yo empecé a trabajar, si que toma leche semi con cola-cao y galletas, y también se toma algún petit suise o algún otro postre lácteo a veces para merendar y como buen hijo de su madre que es una ratona, le encanta probar todo tipo de quesos. Por lo demás, le encanta la fruta, la verdura, el pescado, así que come muy variado.
    Tampoco le hemos dado chuches, chocolate si que ha comido alguna vez en tarta o estas Navidades algún bombón y le chifla pero lo reservamos para ocasiones especiales en las que nosotros comemos también. Los gusanitos no los probó hasta hace varios meses, en una comida familiar en la que sus primos comían y le dejamos a él y a partir de entonces nos han solucionado algún viaje largo en el coche, que ya sabes que él no es de dormirse.
    La verdad es que en este sentido, nuestra experiencia ha sido muy buena y espero que siga así.

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    1. A mi compañero de ruta también le daba mucho miedo que se atragantase, pero luego se dio cuenta de que no pasaba nada. Creo que es uno de los mayores miedos que tenemos cuando empezamos con la introducción de la alimentación complementaria.
      Yo también pensaba que a este paso se me iba a olvida, ja, ja, es una buena forma de recordar.

      No me hace gracia que coma patatas de bolsa, los gusanitos no los ha probado todavía, y no me gustaría tener que recurrir a ellos para casos extremos como el que cuentas del coche. Pero es verdad que Minerva lo del coche lo lleva fatal y a la hora de hacer viajes largos (cuando nos vayamos de vacaciones por ejemplo) me lo estoy planteando (no se me había ocurrido), además de otras opciones como salir a las tres de la mañana.

      Me encanta saber de otras experiencias gratificantes, que es como debería ser.

      Un besazo

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  13. Gracias por esta entrada, Carol!
    A mi compañero y a mi nos ha servido para ponernos las pilas ;-)
    Nosotros comenzamos con el BLW, y en verdad con 16 meses nené come la misma comida que nosotros y de la misma forma… ¡y ese es el problema! Como llevamos los horarios cruzados raramente nos sentamos los 3 juntos a la mesa, es más muchas veces, con las prisas y por pura vaguería, comemos cualquier cosa de pie mientras hacemos otras cosas.
    Después de leerte me paré a observarnos y me dí cuenta que aunque nos sentamos con nené a la mesa para que el coma y cene, normalmente juguetea con los cubiertos y el plato se queda casi lleno ¡claro, está lleno de lo que ha ido picoteando!
    Para que luego digan que hay que enseñar a comer… ¡ya lo aprenden ellos solitos con lo que nos ven hacer! ;-(
    Asi que, hemos estado charlando y vamos a reeducarnos nosotros a comer sentados en la mesa utilizando cubiertos (en lugar de bocatas) .
    Porque ¡echaba en falta el ritual de la comida! Tengo muy buenos recuerdos de las comidas familiares y me apetece que nené pueda disfrutarlos también.
    Abrazos glubs!

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    1. Es verdad que a veces con la falta de tiempo las prisas acechan, pero a mi me encanta sentarnos a comer juntos, incluso desayunar juntos, especialmente los fines de semana que es cuando estamos los tres.
      Creo que es importante sentarnos a la mesa, es un momento para compartir mucho, a parte de la cultura de la comida.
      Abrazos familiares

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