domingo, 23 de junio de 2013

Agitación del amamantamiento, cuando dar el pecho molesta



Que la lactancia es lo normal, lo natural, lo mejor tanto a nivel nutritivo como a nivel emocional y psicológico, es algo que ya casi todo el mundo sabe. Pero aún cuando disfrutamos de la lactancia, de todo lo que nos aporta, tanto a nuestros hijos como a nosotras como madres, pueden  surgir algunas  emociones y sentimientos que, si no conocemos, nos pueden confundir  y llevar a  pensar que algo no funciona en nuestra maravillosa lactancia. Nos puede hacer sentir culpables por ese sentimiento de rechazo al dar de mamar a nuestro hijo e inlcuso plantearnos el destete. Esto ocurre cuando la agitación del amamantamiento hace presencia en la lactancia.

La agitación del amamantamiento es un sentimiento muy  fuerte e incontrolable de rechazo al dar de mamar a nuestro hijo. Es como si nuestro cuerpo se revelase y decidiese por si sólo que no quiere seguir dando el pecho, cuando a nosotras nos gustaría seguir haciéndolo. Es un sentimiento visceral e irracional, una sensación de malestar muy intensa, una necesidad de apartar al niño urgentemente del pecho por una sensación muy desagradable. Nos molesta tener que amamantar en ese momento. Nos puede causar mucho nerviosismo y enfado en el momento de dar el pecho.


Muchas son las madres que en algún momento de su lactancia han sufrido de agitación del amamantamiento, aunque algunas tienen la suerte de no llegar a conocerla.  Se puede sufrir en momentos puntuales  de la lactancia o de forma repetitiva. Las circunstancias más comunes en las que puede surgir son:

- Especialmente en lactancias no interrumpidas. Se suele dar con niños ya grandes, a partir del año. 

- Lactancia en tándem (con el hijo mayor).

- Lactancia durante el embarazo.

- Coincidiendo con alguna etapa de nuestro ciclo menstrual, como la ovulación o la etapa premenstrual.

- Tomas nocturnas.



En nuestro caso, la agitación del amamantamiento empezó a hacer presencia en la etapa premenstrual. No recuerdo muy bien el momento exacto, más o menos cuando Minerva tenía entre 12 y 18 meses. Aunque fue un poco más tarde cuando supe lo que que era la agitación del amamantamiento, no llegué a sentirme del todo culpable, como suele suceder, con ese sentimiento de rechazo al dar el pecho a mi hija. Y es que esos días antes de la menstruación siempre han hecho mucha mella en mí, y con mi hija la cosa no es diferente. Por lo que achaqué que era el estado de ánimo y la revolución hormonal en los que me hayaba inmersa en esos días lo que me hacía sentirme así, ya que luego se me pasaba.


Esporádicamente también sufro de agitación en momentos en los que por el motivo que sea mi hija está mucho tiempo al pecho. Aquí lo que procuro entonces es acortar la toma, contando hasta  diez o buscando alternativas, ya que puede ser que esté aburrida y por eso busque consuelo en el pecho. Pero son tomas puntuales.

Es duro sentir ese rechazo hacia tu hija cuando le das el pecho, cuando siempre ha sido un momento de disfrute para ambas. Pero saber que es algo pasajero y que no puedes controlar lo hace más llevadero.En ocasiones he separado a mi hija del pecho porque no podía más, con su inevitable llanto e incomprensión. Lo mejor en estos casos es hablar con nuestros pequeños y explicarles cómo nos sentimos, haciendo incapié en que es algo que nos ocurre a nosotras y que ellos no tienen culpa de nada. Además ellos notan nuestro rechazo, lo que hace que nos necesiten y nos demanden aún más, siendo la pescadilla que se muerde la cola. Por eso es muy importante hablar con ellos, pactar o tratar de acortar las tomas que nos resulten más molestas y sobre todo hacerles saber que les queremos y que estamos con ellos.

Puede ayudarnos mucho el hecho de hablar con otras madres que también tengan episodios de agitación del amamantamiento. Nos hará ver que es algo común, que no somos malas madres por tener esas sensaciones, y podremos compartir trucos para llevar mejor esos momentos. Si la agitación fuese tan continuada que no encontrásemos otra salida que el destete, podríamos hacerlo de forma gradual y de la manera más respetuosa con nuestros pequeños.


¿Has pasado por esta desagradable experiencia? 


Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en el ese mismo mail.


Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín, para que puedas estar al tanto de mis artículos, además de mis talleres, sorteos, novedades y ofertas.

17 comentarios:

  1. Sí, a mi me pasó, y en nuestro caso supuso el destete porque la situación era desagradable para ambos.
    Mi niño tenía ya 2 años y las tomas por el día eran ya muy escasas porque él no las demandaba. Pero las tomas nocturnas comenzaron a aumentar en frecuencia.
    Fue una época en la que el peque despertaba para mamar cada hora y media o dos horas. Pero él mismo actuaba con mucho nerviosismo, se agarraba al pecho con fuerza, lo soltaba, se revolvía, lo pedía de nuevo... y así cada vez. Imagínate por las mañanas, habiendo dormido poco los dos... Hasta ese momento fue una experiencia genial, pero ahí comenzó a ser nada agradable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son situaciones en las que se pasa mal, si además llega un momento en que nos afecta a todos los niveles podemos estar desesperadas, y más cuando nos descansamos. Una situación así suele llevar inevitablemente al destete si vemos que no tiene pinta de cambiar.
      Disfrutásteis de dos estupendos años y eso no os lo quita nadie :)

      Un besazo

      Eliminar
  2. Yo lo pase durante el embarazo, con la mayor que tenía 3 años y medio..pactamos tiempos, fue en la semana 27, y yo no tenía leche, pero seguía mamando. Contaba hasta 10 y se tenía que quitar ...porque la sensación era horrible, de querer dar una patada a la pared..fue superextraño...además pensé muchas veces que si mi cuerpo lo rechazaba sería por algo..no se.
    Cuando di a luz al nene paso, y hasta ahora, la sensación es rara, pero con cinco años ya pide poco, va entendiendo que la teta ahora es del nene. Muchos ánimos y lo que has dicho, habla con el y pacta tiempos.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uf, esa sensación de enfado y rabia violenta la entiendo perfectamente.

      Por suerte no es algo que sucede muy a menudo. Pero como dices siempre debemos hablar con ellos, mi hija tiene ya 33 meses y aunque a veces no venga a razones entiende perfectamente lo que le digo y lo que le quiero transmitir.

      Un abrazo

      Eliminar
  3. Yo lo estoy pasando ahora y es horrible, hace 20 dias ke nació el pekeño y cuando se engancha el mayor,sobre todo por las noches, es horrible porque me da mucha penita pero es una sensación de arrancarlo de la teta pero ya y muy violentamente, jamas me pensaba ke me pasaría esto con mi nene ke siempre hemos disfrutado de la tetita. Y decirme como se lo tengo ke decir porke el en esos momentos no escucha o no me kiere oir solo kirre teta...pfff lo estoy pasando fatal tiene 32 meses ya.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es algo que no puedes controlar pero que es normal, y que muchas mujeres pasamos igual. Tu cuerpo, como digo, se revela, da preferencia al pequeño.
      Habla con el en un momento tranquilo, antes de que se de la circustancia, y cuentale cómo te siente y lo que te gustaría, como que fuesen tomas muy cortitas (contando hasta diez) o directamente que por la noche le puedes dar otra cosa de beber. Mucha paciencia y ánimo!

      Eliminar
  4. comencé a sentirla en mi segundo embarazo, ahora mi peque tiene 13 meses y mi grandullon 37, me ocurre con el solamente, si estoy cansada, si llevan mucho rato a la teta....
    Yo también hice una entrada hace unos meses sobre la agitación, es duro, animo! no pasa, pero se aprende a sobrellevar. un abrazo
    http://princesasyprincesos.wordpress.com/2013/05/10/agitacion-del-amamantamiento/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, pasa con el mayor, nuestro cuerpo da preferencia al pequeño. Pero veo que lo habéis llevado muy bien y seguís teniendo vuestros momentos. Me alegro.

      Es algo que debemos contar, porque muchas mamás lo desconocen y pueden llegar a sentirme muy mal por tener esos sentimientos.

      Un abrazo

      Eliminar
  5. Hola cariño!!
    Pues tienes mucha razón, es algo que hay que contar, porque con apoyo, comprensión e información es más llevadero.
    Yo empecé a sentirlo en el segundo trimestre de mi segundo embarazo, y es cierto, ya no te abandona, pero se aprende a sobrellevarlo, tanto que a veces es como si no estuviera.
    Tengo pendiente un post sobre ello, pero es complicado, necesito escuchar mi cuerpo mejor y sentirme más fuerte, tengo miedo de lo que pueda encontrar al otro lado.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y por desgracia hay mamás que lo desconocen totalmente y se creen monstruos por sentir esa rabia hacia sus propios hijos.

      Yo te animo a que lo escribas, muchas veces en la manera que tenemos de sacar lo que llevamos dentro y creo que siempre nos viene bien sacarlo. El miedo es inevitable pero hay que ser consciente de que nos paraliza. La imagen que tengo de ti es la de una mujer fuerte, y estoy segura de que lo eres más de lo que crees.

      Un fuerte abrazo preciosa

      Eliminar
  6. Es un artículo muy interesante, ya que contiene información muy interesante acerca de la agitación de amamantamiento, es muy bueno estar informados acerca de este tipo de situaciones.

    ResponderEliminar
  7. La agitación sigue siendo algo de lo que no se habla mucho, aunque ya va saliendo de esa oscuridad gracias sobretodo a los testimonios de las madres que lo han vivido, como bien lo has relatado en esta interesantísima entrada, y que así ayudan a otras madres que desconozcan lo que sus cuerpos está experimentando.
    Como sabes yo también la he vivido y aprendimos a sobrellevarla, continuando así nuestra lactacia, que aun que hace unos meses hablé en una entrada de que nos estábamos despidiendo de ella, aún seguimos! Desde que la agitación se presentó ya nada fue como antes, pero la lactancia nos sigue dando muchas alegrías. Aunque sea duro y nos cause mucho rechazo, hay que aceptarla como algo natural, inherente a la lactancia.
    Carol, seguro que vosotras también hallaréis vuestro punto de entendimiento, con todo el cariño y el diálogo que compartes con tu hija.
    Mucha suerte, un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece que va siendo más conocida y es verdad lo que dices, es algo que puede ir ligado a la lactancia no interrumpida. Y hay que saber que la mayoría de las veces se puede sobrellevar y seguir disfrutando de la lactancia. Puede que no sea lo mismo que antes, pero cada etapa siempre es diferente.

      Me alegro que todavía disfrutéis de vuestros momentos :)

      A nosotras todavía nos queda mucho, mi hija a sus 33 meses está totalmente enganchada a su tetita y a mí, aunque de vez en cuando pase por algún episodio de agitación y otras veces termine agotada de su demanda (igualmente ocurriría si no hubiese teta), me gustaría seguir disfrutando de estos momentos nuestros.

      Un besazo

      Eliminar
  8. A raíz de quedarme embarazada estoy con la agitación, y que mal se pasa... además es que no veo solución....
    Me planteé destetar a mi peque progresivamente, pero sólo tiene 16 meses y aún no está preparada, y creo que se ha dado cuenta y por eso ahora me pide teta más a menudo que antes y está más apegada a mí. Y a mí a veces me dan ganas de salir corriendo...
    Y luego no hay forma de soltarla... la distraigo... pero no hay forma... y las tomas se me hacen interminables y muy dolorosas.. al final tengo que meterle el dedo en la boca para conseguir que se suelte... un desastre. Y encima me da mucho miedo que cuando nazca su herman@ esta sensación se acrecente o que ella se vuelva más demandante.
    A lo que hay que añadir los comentarios de familiares, amigos y conocidos, de que ya va siendo hora que la destete. Menudo apoyo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad que sienten nuestro "rechazo" y entonces se apegan más. Por eso, en la medida de lo posible, podemos intentar relajarnos, contarles cómo nos sentimos y lo que nos gustaría, tranquilamente, y tengan la edad que tengan. De esa manera, si las dos estáis más tranquilas seguramente se lleve mejor.
      Puedes probar a contar hasta diez y entonces se tiene que soltar, como un juego.
      En cuanto a comentarios, todo el mundo se cree con derecho a opinar, pero los que tomáis las decisiones sois sus padres.

      Eliminar
  9. Si, yo siento al comienzo una mezcla de rabia,vergüenza y se me va el apetito lo sobrellevo d la mejor manera posible pero nunca m ha provocado apartar a mi bebe

    ResponderEliminar