Esta última semana le hemos ido ofreciendo una vez al día, cada tres días, plátano, manzana y ayer empezamos con mandarina. El plátano se lo dimos tal cual, la mitad, y parece que le gustó, lo chupeteaba, y como a la pobre se le escurría le ayudamos un poco sujetándoselo. La manzana se la dimos asada, muy blandita, a trocitos con la mano, pero no le hizo tanta gracia. Y la mandarina le ofrecimos la mitad, un poco pinchada para que al chuparla le sacase el jugo; ponía caras raras, pero parecía gustarle. Luego seguiremos con arroz integral muy pasado, pollo (todavía no se si en tiras grandes para que lo chupetee o muy desmenuzado), verduras cocidas, etc, siempre dejando que sea ella la que se lo lleve a la boca. Ya os iré contando cómo va la cosa. Uno de los primeros alimentos que habría que ofrecer a los bebés a los seis meses es el pollo, pues es a esa edad cuando al bebé se le puede empezar a acabar las reservas de hierro.
No le queremos dar triturados porque no los necesitan, ell@s estan deseando experimentar con sus manitas, viendo como comen sus papas. Además se trata de que aprendan a comer poquito a poco, ¿acaso los adultos comemos cuatro alimentos distintos triturados todos juntos?, si acaso algún puré de vez en cuando, que podremos aprovechar para ofrecer también a nuestro bebé.
No le queremos dar papillas o potitos comprados porque nos parecen una guarrería. De verdad que no entiendo que si recomiendan introducir los alimentos de uno en uno separados en varios días, para observar posibles alergias, nos pretendan vender papillas con dos cereales en caso de ser sin gluten y con ocho cereales en caso de ser con gluten. Y lo que es peor, si recomiendan no condimentar con sal o azúcar sus comidas hasta el año, ¿por qué llevan esas papillas sal y/o azúcar, sino caramelo o aroma de vainilla, e incluso te las venden explícitamente con miel? Que alguien me lo explique.
Respecto a la hojita que te da la enfermera (a nosotros nos da dieron en la revisión de los cuatro meses para que nos la fuésemos leyendo por si teníamos dudas), con el orden de alimentos que tienes que dar a tu bebé, a qué edad y en qué cantidad, quedó claro que lo único que hace es aturdirte, y como dijo alguna mamá, hacerte sentir culpable si tu hij@ no come con ocho meses lo que estipula la dichosa hojita. Además, según los expertos, es indiferente el orden de los alimentos, sólo prestando más atención a los más alergénicos o en el caso de antecedentes familiares ser más cautos.
Esta reunión me ayudó a aclarar mis dudas respecto al gluten, pues últimamente oía y leía cosas distintas. Parece ser que los expertos afirman que se puede introducir el gluten en pequeñas cantidades desde los seis meses si se sabe que se va a seguir dando el pecho un par de meses más, y a partir de entonces sin restricciones.
Os recomiendo leer “Mi niño no me come”, de Carlos González. Por cierto, esperamos poder asistir a la ponencia que el Doctor González dará el día 7 de mayo en Navalcarnero, “Alimentación complementaria a demanda”. Evento promovido por la asociación Besos y Brazos (Asociación de apoyo al parto respetado, lactancia materna y crianza con apego), y que consta de otras tres ponencias, entre ellas “La crianza feliz” de Rosa Jové. Eloísa lo cuenta estupendamente en su blog Una maternidad diferente.
Os dejo el resumen de la reunión donde explica otras cosas a tener en cuanta, entre ellas los signos que evidencian que el bebé está preparado para la introducción de la alimentación complementaria:
“Nota inicial: Alimentación complementaria significa que complementa al pecho, no lo relega a un simple postre ni mucho menos lo sustituye.
1. Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud: La OMS recomienda lactancia materna exclusiva hasta la primera mitad del primer año. (Ni agua, ni infusiones, ni sumo, ni nada de nada). Después de esta edad y hasta el año de vida la leche es el principal alimento del bebé, el resto de alimentos no ha de superar el 50% de la ingesta total. Lactancia materna hasta los dos años y después hasta que madre e hijo quiera. Estas recomendaciones coinciden con las de otras entidades internacionales y las de la Academia Española de Pediatría.
2. Signos que nos indican que el bebé está preparado: El bebé es capaz de sentarse sin ayuda. El bebé ha perdido el reflejo de extrusión (que hace que los niños expulsen la cuchara con la lengua). El bebé muestra interés por la comida de los adultos. Sabe mostrar hambre y saciedad con gestos (si tiene hambre, cuando se acerca la cuchara abre la boca y mueve la cabeza hacia delante; si no tiene hambre, cierra la boca y tuerce la cabeza).
3. Calendario de introducción: No hay ningún estudio científico que demuestre un calendario claro de introducción de alimentos, las recomendaciones suelen estar basadas en creencias culturales y sociales. Sólo hay que recordar ciertas cosas importantes: Introducir los nuevos alimentos de uno en uno separados por, al menos, una semana (para poder observar reacciones adversas). Dar el gluten con precaución (si se tiene la certeza de que la lactancia continuará por unos mese más, hacer una introducción de pequeñas cantidades de gluten en la dieta del bebé, pero siempre después de los 6 meses). En bebés con antecedentes de alergia, se recomienda no dar alimentos que causen alergia hasta pasados los 12 meses. En España los principales causantes de alergia alimentaria son por orden: huevo, leche, pescado, frutos secos, legumbres y alunas frutas.
4. Al principio con calma: Como hemos dicho más arriba, los alimentos nuevos se introducen de uno en uno separados por una semana. Al principio, es muy probable que el bebé sólo quiera una cucharada o dos y después irá comiendo más. Hay que tener en cuenta que la introducción de alimentos consiste en OFRECER y no en forzar al niño a comer cosas nuevas. No hay que tener prisa, tiene toda la vida para comer de todo y no tiene por qué hacerlo a los 6 meses.
Otro punto importante que conviene tener en cuenta es que esta no es la mejor época para preocuparse por la limpieza. Los niños han de experimentar estos nuevos alimentos con la boca y las manos y esto incluye ponerse perdidos y mancharse. Es lo normal.
5. Alimentos frescos y naturales: No es necesario recurrir a las comidas especiales de bebés. Lo ideal es que el bebé tome los alimentos lo más cercano posible a su estado natural. Si se decide preparar papillas de cereales de farmacia, se puede hacer con agua. Primero se da el pecho y luego la papilla. No pasa nada.
Conviene recordar también que no hay que añadir ni sal ni azúcar a la hora de preparar la comida para el bebé.”
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